martes, 17 de diciembre de 2013

Las Puertas del Hacedor

Entre unas cosas y otras he tardado muchísimo en crear esta entrada, y es que tengo el blog olvidadito. 

Hace casi un mes recibí en Madrid mi primer libro editado en papel: Puntadas sin hilo. 
La editorial que lo ha hecho posible es Las puertas del Hacedor, de Norberto Luis Romero. Y es un regalo, como no hay muchos, regalos que llegan sin que los esperes y que hacen que creas más en las personas. ¡Gracias, Norberto!

El libro consta de 6 ejemplares y son unas cajitas de costuras llenas de hilos, agujas y demás abalorios, con dos libritos dentro y quince relatos en total, y como reza la contraportada: 

Puntadas sin hilo consta de 6 ejemplares artesanales numerados y firmados por el autor y el hacedor. Interiores de los cuadernillos en papel Toscana de 100 gs., y cubiertas en papel fotográfico de 200 gs., estuche de cartón intervenido y objetos diversos. Salieron de las Puertas del hacedor en Köln-Zündorf, el15 de octubre de 2013.

Aquí os dejo unas fotos para disfrute de todos. Y al final, un relato inédito que incluye el libro.












El regalo

Cuando veo escaleras de mano siempre me acuerdo de Miguel aquella noche a finales de agosto. Miguel subido a una de esas de madera que utilizaba papá para la poda. Miguel que trepa por los peldaños, uno a uno; que se sube a la araucaria del jardín de mis padres. Miguel que llega hasta la última rama, pequeña, débil, como un espumillón de Navidad; que se estira, que alarga su mano hasta rozar la luna con los dedos. Miguel que cae infinitamente desde el árbol, como una araña que desciende por el hilo, que no termina nunca. Miguel que suena a saco de pienso al llegar al suelo; que es un hilo rojo que roza mis pies. Miguel que no me regala la luna. Él tampoco.





jueves, 21 de noviembre de 2013

Incomunicados en la nieve

Foto: Paweł Bajew

Dices que te vampirizo, que absorbo tus palabras; que paso por mi tamizador las virutas de tu tiempo y lo deshago en milésimas de segundo que arrojo al mar. 
Y me lo dices tú, que asfixias mi amor como el cuello apretado de un invierno de chimenea.

Para El Yeti


lunes, 18 de noviembre de 2013

Ghosts

Foto: Maia Flore


—Amor —murmuras. Y al hablar te rodea una luz demasiado natural—, he acabado con todos mis fantasmas. Solo quedas tú.


martes, 12 de noviembre de 2013

Despedida



Avísame cuando dejes de quererme. Cuando ya no te inunden mis recuerdos, cuando se te haya escapado el olor de mi nuca y no me puedas ver corriendo por el jardín. Avisa cuando nuestras canciones solo sean música, cuando el color azul no sean mis ojos y el delantal repose desnudo en el colgador. Me bastará con que una noche, mientras nos lavamos los dientes, me preguntes ¿perdona, te conozco de algo?

miércoles, 30 de octubre de 2013

Exploración



Que qué te ha dicho el dermatólogo, te pregunto. Me respondes que todo está bien, que solo tienes queratosis y que nunca es maligna. Y donde el doctor ve queratosis yo veo constelaciones; estrellas que brillan por la noche cuando te acaricio. Tenía miedo de que dijeran que lo que he descubierto en tu cuello es una supernova, que te quisieran extirpar la estrella que me guía hacia tu norte o que saquen a la luz el agujero negro por el que se cuelan tus pecas cada invierno. Pues yo creo, te digo, que a la medicina le falta poesía.

martes, 22 de octubre de 2013

Hada madrina

A Jesús Fabregat, por prestarme a Hortensia

Hortensia llega de buena mañana, aún con olor a mar, y se sacude la arena de los pies. Me dice que va a empezar por los armarios, que hay que ver en qué estado los tengo, y yo le dejo hacer; no me importa que guarde las tristezas en el altillo, que recoloque los sueños o que doble los llantos, pero no puedo evitar echar a correr cuando sacude las sábanas con todos mis fantasmas dentro. Entonces saca un pañuelo del bolsillo, me enjuga las lágrimas y dice que ha terminado. Se pone las alas y desaparece tras una nube.




Con este relato he quedado finalista en Wonderland, junto con Fran Rubio, Lola Sanabria y Yolanda Nava. El ganador ha sido Rafael Olivares.
Aquí el audio, al final del programa, hacia el minuto 54.




sábado, 7 de septiembre de 2013

Con la luz apagada




Que si te puedes quedar a dormir, preguntas, y te dicen que sí, pero que tienes que compartir cama con un amigo que llegó primero, que no hay más camas, y que seguro que no le importa. Y entras, y resbalas bajo la sábana, con una camiseta y unas braguitas, porque hace mucho calor; te pegas a tu lado y ni le tocas. A mitad de noche os rozáis entre sueños y de la piel con la piel ya se sabe; el roce se hace presencia, y la presencia besos y jadeos. Y cuando todo termina te invade un sopor y caes de nuevo en el sueño, hasta que la luz entra en la habitación blanca y puedes mirarle, pero él ya no está; tampoco en la casa, y a ti te avergüenza preguntar. 

Desde entonces, caminas por la ciudad y miras a todos sin saber si alguno será él, o si él te sabrá.

*******

Miguelángel Flores, del blog Eternidades y Pegos escribió una segunda parte para esta historia. No dejes de leerla, para ello pincha la foto:

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Distancias insondables

Niño geopolítico observando el nacimiento del hombre nuevo, Salvador Dalí

Hace días que me duermo, que caigo en un sueño oscuro si intentas hablar de lo nuestro. Nuestra convivencia, nuestro espacio o tiempo juntos, nuestras cuentas. No importa con qué intentes empezar la conversación, caigo profundamente y te dejo monologando, acompañada de mi respiración. Y sé que te desesperas, pero no puedo hacer nada. Ni la coca-cola ni el café me ayudan.
Y cuando despierto te veo, ya en silencio; a veces tú has conseguido dormir o quizá solo finges. Y es ese el momento en que puedo vivir. Cuando no estás, cuando no me hablas. Y contemplarte tan bella, tan tú. Pero tan lejos.

                                                                 *****************

Este relato tiene otro punto de vista, el de ella, escrito por Nicolás JarqueFrustración, que podéis encontrar en su blog.
Gracias a Nicolás por estos ratos de inspiración conjunta.





viernes, 9 de agosto de 2013

Campo de las pasiones


¿Recuerdas que tenía un campo entero para ti? Allí sembraste lechugas, calabacines y berenjenas, tus primeros tomates y por todas partes había cilantro y perejil. Tú paseabas por las tardes quitando malas hierbas y yo te miraba desde el porche fumando picadura. Y nos comíamos toda esa pasión en la mesa de madera de la cocina; a veces junto al fuego, los días de encender el horno.

Ahora él siembra tus campos de palabras compradas en viveros, te riega con los «te amo desde que te conocí», como habrá hecho antes con otras. Y tú pensarás que prefieres esa dosis de abono romántico, y esos pesticidas que eliminan dudas y miedos. Y no seré yo quien te diga que las hortalizas serán más grandes pero menos sabrosas, que tus potajes no se cocinarán a fuego lento y que mis manos no volverán a amasar tu pan. 

viernes, 2 de agosto de 2013

Viernes creativo: escribe una historia

La propuesta de este viernes en El bic naranja es escribir a partir de una canción, la que elijas:


Hoy os proponemos que escribáis una historia inspirada por una canción. Puede ser la que justo esté sonando en este momento en la radio o la que toca la charanga en las fiestas del pueblo o la que te de la gana, pero no te olvides de decirnos en qué canción te has inspirado —y en poner el enlace a un video de la misma si puedes—.

Este es mi relato (confieso que no muy inspirado):

Elegí la nada

Cansada de llorar tu ausencia intenté escribir, pero las lágrimas inundaron el papel, corrieron la tinta y emborronaron las palabras. Harta de llorar, harta del dolor, elegí la nada.






martes, 30 de julio de 2013

Análisis semántico



Las hormigas resolvieron comerme.

Eran varias, no una sino cientos. Se movían por toda la casa sin descanso. Allí donde yo dejara algo, llegaban ellas y lo tomaban como suyo. Y yo conseguía reconquistarlo a fuerza de darles manotazos y frotarlo, pero sabiendo que solo era cuestión de tiempo.
Hormigas por todas partes, primero en la cocina, pero también en el baño, en mi dormitorio, en el sofá, en la terraza. Por todas partes, como digo, hormigas, nada más.
Sí, tramaron un plan para llegar a ello, en ese camino de ir y venir de hormigas debieron decírselo unas a otras, y en un momento llegaron de todas partes para hacerse, por fin, con la presa definitiva; sin saber, por otra parte, que quizá fuera la última en mucho tiempo.
Empezaron por comerse las cosas, por ocuparlas; era dejar las gafas sobre cualquier superficie y al ponérmelas, verlas corretear por los cristales. Una locura si no fuera porque podía quitármelas; pero un día seguían correteando por mi vista, y aunque yo agitara la mano en el aire, ellas no se iban. Empezaron por los ojos, y empezaron por todas partes; llegaron en tropel, pies, piernas, manos sobre la mesa por la que subían hasta mí, dedos, uñas. Primero unas simples cosquillas luego heridas, sangre que ni brotaba porque se la bebían. Y así hasta desaparecer. Hasta que ellas mismas escriban mis últimas palabras.

sábado, 27 de julio de 2013

El pozo


A veces caer a un pozo es sencillo, basta con poner un pie delante del otro y el agujero se abrirá ante ti. Otras, tienes que levantar un poco el pie que avanza, a fin de facilitar el traslado; o trepar incluso por un murete de piedra, colocarte encima y saltar.
Más difícil, sin embargo, puede resultar salir de él, aunque seguro que hay quien intente sacarte. Entre ellos estará quien te tire una cuerda, se quede arriba y te acompañe; ya que si consigues treparla o atarte a ella (no para colgarte, que ya hablaríamos de otra cosa) tendrá que colaborar, también, en el ascenso, en la salida. Habrá quien se lance en tu ayuda, para darse cuenta al momento de que ahora sois dos los habitantes del pozo. Y no faltará quien te hable desde arriba, te pregunte, te acose incluso para que salgas, que trepes las piedras que hacen el pozo (si es de piedra), que agujerees la tierra para subir, pie sobre pie, mano sobre mano. 
A mí lo que me gusta es salir cuando no hay nadie arriba, cuando no se me espera; de noche, que por la mañana siempre regresarán para ver si sigo ahí. A veces me gusta verles caer.

viernes, 26 de julio de 2013

Viernes creativos: escribe una historia

En el bic naranja la propuesta de hoy es esta:

El gran Pablo Gonz ha empezado a escribir un cuento, ¡pero ha olvidado cómo terminaba! Yo le he dicho que la gente que escribe en los #viernescreativos puede ayudarle. ¿Te atreves a continuar este cuento de Pablo?

JUSTICIA VERTICAL

Sin que doña Haydee se percate, Justo, el de la verdulería, añade mil pesos a su cuenta. «Son 11.200», anuncia. Y ella: «Uy, cómo subió todo, ¿no?» Pero abre sin más su monedero, paga lo que debe y sale a la calle con sus bolsas. «Hola», le dice Carmelín, una muchacha que va entrando en la tienda. «Hola» responde la vieja y emprende despacito hacia su portal pero: «¡Uy, mil pesos!», uno de esos billetitos muy doblados y muy necesarios. Doña Haydee lo recoge. Mira a su alrededor, y como no ve a nadie, guarda el billete en su monedero y entra en su casa. «Son mil pesos» dice Justo, el de la verdulería, y le tiende a Carmelín una bolsa con dos kilos de patatas. «Vaya –replica la joven–, traía el billete aquí, en el bolsillo del pantalón.» Y entonces…
Si en vez de escribir un final, este cuento te sugiere otra cosa, otro punto de vista, otra historia, no dudes en escribirla.
Este es mi final:
Don Justo agita la cabeza a un lado y a otro, sabe que aún hay cierta justicia que no escapa a sus manos. Después de recolocar calabacines y berenjenas en un gesto aprendido, invita a Carmelín a pasar a la trastienda, otra vez, y le da lecciones que ha tardado años en aprender, pero que a una joven como ella le servirán para toda la vida. Por solo mil pesos.

miércoles, 24 de julio de 2013

Servicio meteorológico


Puedo atinar un pronóstico con sólo mirarme en el alma.
Digo alma y no espejo, porque el muy mentiroso siempre me muestra entera y de pie. Confieso que atino y no que acierto, porque aquella es insostenible, volátil, devaluable, densa, asfixiante. Mutable.
Descubrí que el atajo hacia mi alma está inmerso en un bosque tupido de árboles desamparados, poblado por los corceles fantasmas que se reflejan desde las manchas de humedad del cielo raso.
Puede ser un día de hormigón, de pupila oculta tras las nubes que derrapan en los lagrimales, y que indefectiblemente llueven raudas sobre los prados aledaños, áridos de caricias. Un día de cemento y lodazal, de árboles sedientos que arden de impotencia y duelen en cada latido si cierro los párpados.
Puede ser una jornada de surcos oreados al sol de algún recuerdo que no pestañea, para no llamarte desesperadamente en código Morse. Corro el riesgo de que te desvanezcas en alguna ochava de la mente si me muevo demasiado, y corro la certeza de que no vengas.
Podría atinar un pronóstico si lograra divisarme en el alma.
Hoy hay demasiada neblina, imprecisión, huecos. Hoy no me acechan los pantanos, hoy no flamean las crines.
Pero tampoco distingo los árboles.

Caro García



Caro García me envió hace días esta foto, a partir de la cual escribí el micro Perdido. Esta es su propuesta, que hoy publico yo en mi blog, a la espera de que ella abra el suyo propio ;-)
Gracias, Caro.


sábado, 20 de julio de 2013

Viernes creativos: escribe una historia

La propuesta de este viernes en el bic naranja consiste en crear recuerdos a partir de un vídeo que podéis encontrar en el blog.




Dice así: «En esta ocasión, vamos a dar un paseo por los recuerdos de una casa abandonada. No se trata de que cuentes lo que pasa en este video, sino de que cuentes alguno de esos recuerdos. Sé imaginativo, no caigas en los clichés.»

Este es mi recuerdo: 


Olvido

Lo dejamos todo allí, las motas de polvo sobre los muebles, el osito de Lucas, los cubiertos sin fregar, los gritos y las dudas. Dejamos el odio y el rencor, las promesas incumplidas y tu ropa en las perchas. Nos dejamos un poco, también, a nosotros; porque era el único precio posible. Teníamos que empezar de nuevo, o terminar.



sábado, 13 de julio de 2013

Perdido

Para Caro García




Tenías la mirada más limpia y clara que había visto nunca. Tus ojos como lagos solo invitaban a bañarse en ellos, aunque siempre tuve miedo de ahogarme. Hasta que una mañana de primavera te nació aquel árbol, un esqueje solitario, al que le fueron creciendo ramas. Al tiempo, aquello era un bosque denso: matorrales en la pupila, lianas colgando del iris y el fondo cubierto de hojas. Quisiera salir antes de perderme, pero no encuentro el camino y se está haciendo de noche.

viernes, 12 de julio de 2013

Viernes creativos: escribe una historia

Ya es viernes, y en el blog El bic naranja, de Fernando Vicente, hoy tenemos otra propuesta creativa:

Hay una serie de fotos de Jasper James, yo me he basado en esta para mi microrrelato: 


Solo hay una primera vez
Ir a una ciudad por primera vez, verlo todo con ojos nuevos, los edificios altos, las casas de barrio, las esquinas y las alcantarillas. Los buzones, los taxis, los semáforos. La arboleda. La gente que camina por las calles, los que tienen prisa y los que no van a ninguna parte. Los niños al salir del colegio, sus risas; las señoras y los trabajadores. Tú, en una esquina, esperando al autobús. Y por más ciudades que visite sé que nunca te volveré a ver allí por primera vez.

jueves, 11 de julio de 2013

Noctilucas



Al llegar a casa la encuentras con la bata de seda que le compraste a los chinos después de aquel supuesto viaje de negocios. Apenas la miras al entrar, cansado como siempre, hasta que algo llama tu atención y te acercas a besarla. Entonces abre su bata y donde podría haber lunares están las estrellas de manualidades de los niños, que cubren todo su cuerpo; sus propias constelaciones. Con el reflejo de la luz de la cocina parece el mar de Uruguay una noche de noctilucas.

miércoles, 10 de julio de 2013

Ausencias


Que se habían ido, nos dijeron; pero no. Y ahora que sabemos que es así nos es más fácil seguir, entender que nunca nos iremos del todo, ni nos quedaremos.


martes, 9 de julio de 2013

Fugacidad

Relato escrito a partir de la foto y acción de redretro.net 

Aquella mañana en que, como tantas, yo dejaba que la vista se perdiera por el vagón, estabas allí de pie, agarrado a la barra; dormido aún, y con la mirada enfocada en el vacío, en pensamientos propios. Y lo supe, que eras tú, que te había encontrado. Después se llenó aquello, invasión de asientos, madres con carros, el de la armónica, la puerta que se cierra y tu espalda entre la multitud. Y así hasta hoy.

viernes, 5 de julio de 2013

Viernes creativo: escribe una historia

En el blog El bic naranja, de Fernando Vicente, todos los viernes hay una propuesta creativa, la de hoy es esta:


Hoy, a sugerencia de una asidua de los vienes creativos, Ana Vidal, cambiamos de juego: ¿te atreves a escribir una historia a partir de algo que estés leyendo estos días? Puede ser el último micro que hayas leído, una novela que tengas entre manos, la factura del gas… ¡Pero no te olvides de decirnos en qué te has inspirado!
Te invito a dejar tu historia en un comentario en esta entrada, en facebook, en google+, en twitter, en tu blog o donde quieras, el asunto es escribir. Vamos a ver cuántas historias diferentes nos salen. 


Este es mi intento:


Amor dictatorial

Lo nuestro ha sido siempre de tú dices y yo callo, tú mandas y yo hago. En mis intentos de sublevarme han surgido amenazas de destierros o fusilamientos, y pese a que he creído que podría hacer las maletas y terminar con todo, tus fronteras siempre han estado protegidas. Harta de esperar a que muriera tu amor opté por la única opción que me quedaba: asesinarte; créeme cuando te digo que los límites de esta cárcel son mucho más amplios.

Basado en el título del libro de relatos de Ernesto Ortega Garrido «La dictadura del amor» que acabo de empezar.




jueves, 4 de julio de 2013

Amor de cartón


Nos conocimos en aquella fiesta en la que colgaban cuerdas del techo con grilletes. Yo llegué de las primeras y elegí el papel de chica guapa. Tú llegaste tarde pero aún quedaba el de chico tímido que luego no lo es. Todos se reían con tus ocurrencias, contabas historias que creíamos y celebrábamos con carcajadas y caras de bocas abiertas. Cuando bajaron el telón y te acercaste a ayudarme con las cuerdas, en una rápida pirueta me pusiste frente a ti; y eso también me lo creí.

miércoles, 3 de julio de 2013

El mismo mar

Foto: atardecer en Los Guirres, La Palma

Él duerme en la toalla mientras atardece. Caminas hasta la orilla y entras en el agua, que hoy tiene un vaivén tranquilo. Te tumbas sobre la superficie, brazos abiertos, piernas estiradas, pezones mirando al cielo; y te dejas llevar, un rato, dos, un tiempo indefinido. Hasta que abres los ojos y decides volver, y regresas a otra playa, con otro él que despierta cuando te tiendes en la toalla, junto a la suya. Otro sobre el que depositas tus besos de sal.
Pero cuántas orillas tendrá este mar.

martes, 2 de julio de 2013

Intervalos: el lado oculto de la mirada

CONQUISTAS POLÍTICAS 


Sin sueños, se dejaban conducir mejor.


Intervalo cazado para el blog Intervalos: el lado oculto de la mirada, de Manuel Rebollar Barro, lo encontraréis al final de los cazadores foráneos

miércoles, 26 de junio de 2013

In itinere



Muévete, papá. Aunque sea para que las niñas corran asustadas hacia el jardín, o para que mamá se levante de la cama y cambie esa cara de que nunca más; o al menos camina hacia la luz. Pero no te quedes ahí, tan transparente, tan quieto.

martes, 25 de junio de 2013

El Globo (Videorrelato en el Vendaval de Microrrelatos 2013)


Con este soplo participé en el Vendaval de Microrrelatos 2013 que se celebró el pasado 23 de junio en la blogosfera. 
Podéis ver todo el vendaval siguiendo a la mariposa.


viernes, 24 de mayo de 2013

Haikucrónica


Tantos amigos
llegar hasta las nubes
para no bajar


Esta es mi particular visión de la III Megaquedada microrrelatista, hay crónicas mucho mejores, yo me siento aún como el dibujo de Juanlu, letras en una nube y resaca emocional.

A los que estuvisteis, gracias; a los que faltasteis, os eché de menos... Susana Pérez, Fernando Vicente, Pablo Gonz, Luisa Hurtado, David Figueroa, Pablo Garcinuño, Sara Lew, Rocío Romero, Alberto Flecha y Manuel, Anas, ...  

Habrá más y peores ;-)



martes, 21 de mayo de 2013

Antología pétalos de margarita


Este fue mi microrrelato tuneado, una antología de microrrelatos. Como los pétalos de una margarita que se deshoja, me quiere, no me quiere, esta margarita también se deshojaba y en cada pétalo un relato.
Ahora está en poder de Puri, qué mejores manos.

Estos son los microrrelatos, solo el último es inédito, el que te ayudará a tomar la decisión... o no:



Mantis
Te pelo la camiseta y el vaquero, unto tu cuerpo de aceite y lo sazono, me esfuerzo para que no se acumule demasiado en los huecos de tus axilas. Pasas y orejones en la línea que baja a tu ombligo y rodajas de limón en los hombros. Una tira de pimiento en la oquedad que se forma junto a tus clavículas y besos de flor de sal bajo tu vientre. Enciendo el horno y en diez minutos te pongo a doscientos. Hoy me chuparé los dedos.

Temporal
Cuando llegué a casa estabas a mitad de maleta, pero me saludaste con un «hola, mi amor, ¿qué tal el día?»; yo te hablé de la oficina mientras pensaba en las nubes del techo, la presión baja que resbalaba sobre mi ánimo y la tormenta eléctrica que se cernía sobre el salón. Cerraste la maleta y, al salir, con ella en una mano y la gabardina en la otra, te despediste: «Voy a por tabaco, cariño, enseguida vuelvo».

¿Quién eres?
Que quién soy, me preguntas cada mañana. Y yo deslizo el papel entre tus manos, una hoja doblada, amarillenta y un poco rota, las letras casi borradas del primer relato que escribimos a medias. Te colocas las gafas de leer, como un viejo profesor, y pasas tus ojos de una línea a otra, cambiando tu mirada seria por una sonrisa al final de la lectura. Y me dices, me preguntas: «esta letra es mía, ¿la otra es tuya?». Yo asiento. Y puedo contemplar, un día más, cómo te me enamoras.

12:07 LOTE002541258 F. CAD: 30-04-2013
Teníamos fecha de caducidad, ya lo sabes.
Yo me di cuenta un día cualquiera, al levantar ese velo fino que nos cubría. Sobre la capa de nada estaban los números tatuados. Es triste, pensé, pero también que era preferible consumirnos antes de caducar. Entonces empezaron los gritos y los reproches, los silencios, las lágrimas. Y hasta hoy, cariño: mañana nos terminamos.
Tú ahí, tan entero; yo aquí, tan gastada.

Café, copa y puro
Las negociaciones estaban claras, tus límites y los míos. Qué parte de la letra pequeña no estabas dispuesto a pasar, y cuál de las cláusulas finales yo no iba a tocar. Fue llegar el café, remover el azúcar, el tintineo de los hielos en los vasos, y difuminarse todo entre el humo de los puros. Fue un perder los papeles, que tú no alcanzaras a coger el bolígrafo ni yo a saber dónde estampar mi firma, que no supiéramos en qué lugar terminaba tu piel y empezaba la mía. 

Queridos Reyes Magos
Para él os voy a pedir bandejas de gusanos, una por día. Que pueda tenerlos siempre en el menú, que se le conviertan en mariposas al llegar al estómago. Que le revoloteen siempre, que nunca deje de sentirse enamorado. 
Pero no de mí, por favor; de mí ya no.

Júpiter
Los jueves salimos a pescar palabras; tú las más largas, las costumbristas y las de poso amargo. Yo las floridas, las esdrújulas y las que se pueden paladear. Por las tardes yo me quedo tomando el sol mientras tú desapareces. Más tarde regresas cargado con palabras de amor que salpicas por mi cuerpo. Después, historiamos juntos hasta que se pone el sol.

Cambio de estación
Vaciaste tu lado del armario y tuve que extender mis cosas por todo el hueco que quedó. Poco a poco traté de superar tu pérdida, pero desconocía que mis faldas añoraban a tus pantalones, mis blusas a tus camisas, mis camisetas ajustadas a las de frases de lucha. Hasta los calcetines desparejados se sentían viudos. Y cuando saqué los jerséis de lana y los pantalones de invierno, con olor a nuestro, vi la envidia dibujada en sus costuras.

El último pétalo
Me quiere; no me quiere. Ni deshojar margaritas, ni el tarot, la bola de cristal o el dibujo que dejan los posos del té. Ni siquiera descifrarlo en una sopa de letras.
Díselo de una vez.

jueves, 16 de mayo de 2013

Censura


Todo el mundo sabe que Monterroso escribía grandes novelas, y que su dinosaurio hubiera ocupado varios tomos. El secreto de su brevedad fue                y              , además de que                       . Lo peor fue cuando             , o aquella vez que                      .
De ahí el auge del microrrelato, en estos tiempos de crisis.

jueves, 9 de mayo de 2013

Recolectamores




Para Raquel

Del tamaño de la cabeza de un alfiler, cuerpo de lentilla y ojos achinados, los recolectamores son esos bichitos que se esconden bajo los dedos cuando tecleas palabras de amor. Se hinchan la barriga en esos intentos vanos de declarar tus sentimientos, pedirle una cita a la persona que te gusta o decirle un piropo. En ese tiempo indefinido en que tecleas y borras, tecleas y borras, ellos abren su boca y atrapan hasta la última letra. Son tan voraces que recrearán en ti el deseo de escribir esos mensajes una y otra vez, y la vergüenza suficiente para no enviarlos nunca. 
Así que no te preocupes si no eres capaz de invitarla a tomar un café, si no puedes hablar de las mariposas que revolotean en tu estómago, del viento que mueve los campos de trigo que te recuerda a su pelo, o de esos ojos que ríen como los de un niño y a ti te hacen saltar de alegría. Al menos, estarás alimentando a los recolectamores. 

jueves, 2 de mayo de 2013

12:07 LOTE002541258 F. CAD: 30-04-2013




Teníamos fecha de caducidad, ya lo sabes.
Yo me di cuenta un día cualquiera, al levantar ese velo fino que nos cubría. Sobre la capa de nada estaban los números tatuados. Es triste, pensé, pero también que era preferible consumirnos antes de caducar. Entonces empezaron los gritos y los reproches, los silencios, las lágrimas. Y hasta hoy, cariño: mañana nos terminamos.
Tú ahí, tan entero; yo aquí, tan gastada.


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Relato mejorado con la ayuda de Jesús Fabregat ¡gracias!

lunes, 29 de abril de 2013

jueves, 25 de abril de 2013

Despojados



Ya no hay otro nombre, los relatos ReC que no llegan, son despojados, y pronto ese nombre dará de qué hablar, tiempo al tiempo.

Estos son los míos de hace unas semanas:



Ecos

—Que se arrime un poco más al borde de la cama y se levante el camisón ¿Es que no oye, abuela?
Pero la abuela hace un rato que ni oye ni escucha. Que solo ve las hojas moverse por la brisa suave de la primavera, las estrellas brillantes sobre las balas enormes de paja y el granero donde se encuentran cuando se escapa por la ventana con la escalera de mano. Y ahí espera, mientras se quita las briznas de hierba enganchadas, hasta que aparece y le pide que se desnude para él.


En serie

Que se arrime un poco más al borde de la cama, le dice el comisario, que ahí es donde debía estar colocada cuando la apuñalaron. En ese momento ve algo en el suelo, bajo la cortina, pero no dice nada. Se queda sentada hasta que él sale de la habitación, entonces lo recoge. Es su pintalabios rojo, el que busca desde hace meses. Se acuerda de que las víctimas llevaban los labios pintados. Se da cuenta de que ella será su objetivo pronto. Su destino. Solo puede ser él. Por fin. Y decide esperar.



jueves, 18 de abril de 2013

I+D



Son tiempos oscuros. Siglos atrás, los recortes convirtieron a los científicos casi en nigromantes y a los pensadores, en eremitas. Pero hoy, por fin, ha llegado el día en que el sol derrote a la noche. Un científico se convierte en el héroe voluntario que se ofrece a dejar atrás el mundo que conoce. Sus compañeros le colocan el traje, ajustan correas y mecanismos, y le  dan un abrazo. El voluntario monta en la máquina y la activa. Su cuerpo se estremece, se multiplica, se encoge, se estira, se fracciona y, tras un destello, vuelve a reunirse: ha viajado a principios del siglo XXI, en ese punto difuso del tiempo en que el dinero se volvió más importante que las personas. Según lo programado, aparece súbitamente encima de la mesa del consejo de ministros. Detona la carga. Una nube de humo y el olor a carne quemada lo impregna todo.
Harán muchos más viajes, pero no volverá a faltar una mascarilla en el equipaje.

lunes, 8 de abril de 2013

Presupuesto

Imagina a Harvey Keitel mirándote fijamente, con esa mirada profunda que revela que sabe lo que piensa, lo que tú piensas, lo que pensamos todos. Pasa el tiempo y tú tiemblas mientras esperas a que ocurra algo, reflejado en sus ojos pequeños. Entonces, poco a poco, se achinan en una mueca que empieza justo ahí, en sus ojos, las comisuras de sus labios suben, crecen sus arrugas, y se forma una sonrisa ancha; ves sus dientes y le oyes reír, con una carcajada que le cambia toda la cara. Ahora no puedes evitar reír tú también.
Pero la realidad es que mi presupuesto no llegaba para contratar a Harvey Keitel, y aunque el actor que he conseguido es bueno, todos sabemos que tendría que ser muy especial, yo debería haber escrito mejor este microrrelato, y tú ser más comprensivo con el final.


jueves, 21 de marzo de 2013

Prueba irrefutable



En el juicio, las pruebas fueron incuestionables, todas apuntaban a la culpabilidad hasta que el abogado sacó la última. Nadie se había percatado hasta entonces de que al político le faltaba una mano, y el letrado la tenía ahí, en una cajita que abrió frente al Juez: «Esta mano fue cortada hace más de un mes. Es la que sujetaba el maletín que todos han podido ver en la foto, tal como se puede observar por las marcas en la piel. Con esto demuestro que este hombre es incorrupto». Y con razón, porque la mano conservaba ese tono moreno rosado de la piel viva. Los de las filas de más adelante pudieron tocarla, sentir su calor, algunos hasta estrecharla. Al Juez no le quedó más remedio que dictar sentencia absolutoria. Nadie mencionó el olor a azufre que impregnaba la sala al paso del abogado defensor.

Participa en La primavera de microrrelatos indignados organizado por los blogs (junto a este):

La colina naranja
Explorando Lilliput
Pliegos volantes

En La colina naranja y Pliegos Volantes encontraréis los microrrelatos indignados de quienes no tienen blog y han querido participar ¡no os perdáis ninguno!


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