Al llegar a casa la encuentras con la
bata de seda que le compraste a los chinos después de aquel supuesto viaje de negocios. Apenas la miras al entrar, cansado como siempre, hasta
que algo llama tu atención y te acercas a besarla. Entonces abre su bata y
donde podría haber lunares están las estrellas de manualidades de los niños, que
cubren todo su cuerpo; sus propias constelaciones. Con el reflejo de la luz de
la cocina parece el mar de Uruguay una noche de noctilucas.
Ese "después de aquel supuesto viaje de negocios" me hace pensar en "las estrellas de las supuestas manualidades de los niños".
ResponderEliminarSin embargo, a pesar de tanto engaño supuesto, me encanta ese quiebre de rutina, ese verle algo nuevo y acercarse a besarla. Esa bata de seda, ese erotismo de lunares postergados. Y la pincelada de tu sueño para cerrar este encuentro...
Me gustó, y te felicito.
Te mando un abrazo fuerte, Analma.
Gracias, Caro. Es un micro de tristezas, de cotidianeidades, de ternura y de hastio.
EliminarPero las noctilucas le ponen el punto de magia y de sueño.
Un abrazo enorme
Ana, es un microrrelato pleno de detalles, que como bien explica Caro, tiene sus ingredientes colocados al principio para situarnos. Ese supuesto viaje de negocios, esa bata de los chinos, esa entrada en casa refleja que es un matrimonio hastiado, pero el final lo cambia todo, y esas manualidades de los niños junto a las noctilucas abre el camino a la ternura y algo más, que mi mente "enferma" me ha llevado a pensar que se los ha engullido. Si no es así...es que me ido mucho de la historia. Es culpa mía.
ResponderEliminarDe todas formas esa imagen final es grandiosa y muy original.
Abrazos.
La vida nos engulle, engulle el amor, la energía, los sueños. En nuestra mano está crearlos otra vez, aunque sea a base de estrellas de papelería.
EliminarMe gusta tu interpretación. Si has conseguido ver todo eso es que cuando escribí esto (hace ya tiempo) estaba en forma. Y no ha perdido nada en el cajón.
Abrazos
Es un relato de ciencia ficcion. Es imposible encontrar seda en los chinos.
ResponderEliminarPero coincido en el erotismo y la sensualidad que desprende.
Jajaja, gracias por la sonrisa. Tienes razón, no caí en eso... no sé si cambiarlo, la verdad.
EliminarSí, lo escribí para que tuviera cierta carga de erotismo y también de hastío y de ternura.
Un abrazo
Es un remolino de sensaciones contradictorias.
ResponderEliminarAsí más o menos es la vida.
EliminarAbrazo
Si no es inesperada, no puede ser sorpresa lo que se oculte bajo la bata...
ResponderEliminarSuerte!
J.
Seguramente lo era... un cuerpo lleno de constelaciones debería ser una sorpresa siempre.
EliminarAbrazo
Puro deseo repentino, perdido y encontrado en tus cálidas palabras.
ResponderEliminarSaludos