¿Recuerdas que tenía un campo
entero para ti? Allí sembraste lechugas, calabacines y berenjenas, tus primeros
tomates y por todas partes había cilantro y perejil. Tú paseabas por las tardes
quitando malas hierbas y yo te miraba desde el porche fumando picadura. Y nos
comíamos toda esa pasión en la mesa de madera de la cocina; a veces junto al
fuego, los días de encender el horno.
Ahora él siembra tus campos de
palabras compradas en viveros, te riega con los «te
amo desde que te conocí», como habrá hecho antes con otras. Y tú pensarás que
prefieres esa dosis de abono romántico, y esos pesticidas que eliminan dudas y
miedos. Y no seré yo quien te diga que las hortalizas serán más grandes pero
menos sabrosas, que tus potajes no se cocinarán a fuego lento y que mis manos
no volverán a amasar tu pan.
Anda, y resulta que yo también tengo huerto, de verdad. Y cuido esas plantitas que nombras y me dan unos frutos carnosos y muy sabrosos.
ResponderEliminarBuen ejemplo este que das, de amores baldíos que acaban siendo pesticidas de los auténticos.
La vida misma.
Un abrazo
La vida misma, tú lo has dicho. Del huerto a la mesa.
EliminarUn abrazo
Pues sí, seguramente el amor verdadero no encontrará sustituto, se lo perdió.
ResponderEliminarAbrazos Anita.
Supongo que cada amor intenta ser verdadero. Otra cosa es lo que consiga.
EliminarUn abrazo
Muy poético. A mi se me está muriendo el huerto, ¿premonitorio?.
ResponderEliminarEsperemos que no, pero mandatelo mirar por si acaso ;-)
EliminarUn abrazo
BRAVO BRAVO BRAVO, me ha encantado busquemos lo auténtico sobre todo en cosas importantes,
ResponderEliminarBesos muchos muchos ♥♥♥
Vale, yo me apunto. Muchas gracias :)
EliminarBesos
Ese pan se endurece de a poco en cuanto terminas la lectura. A alguien se le ha olvidado poner levadura.
ResponderEliminarSaludos
Ya, hay ciertas metáforas que se atragantan. A mí al menos.
EliminarUn abrazo
Hoy me he dado la noche libre de tesis y ando paseando entre blogs y fb. Vengo de allí de no leer tu carta de amor y llego aquí entre pasiones y espero que allá en la isla florezca todo bonito.
ResponderEliminarbsts
Aquí florecen cosas bonitas nada más, ya lo sabes tú bien.
EliminarUn beso de ranita de tu charca croak croak
El tiempo pasa para todos por igual, incluso para las pasiones dicen los menos apasionados, incluso para las personas dicen los más.
ResponderEliminarSaludos
J.
Que bien lo cuentas, de cómo los amores de secan a veces por ser regados por pesticidas con mucha letra pequeña.
ResponderEliminarHabría que preguntarle a ella si de verdad las nuevas hortalizas han perdido parte de su sabor. A lo mejor ahora prefiere perderse entre esas palabras románticas compradas en viveros. El amor tiene muchas caras y cómo podemos saber cuál es la acertada.
ResponderEliminarBesos
Pues seguramente, por algo ha cambiado :)
EliminarUn beso
El segundo párrafo es, simplemente, brutal.
ResponderEliminarSaludos!
J.
¡Gracias!
EliminarUn abrazo