Fotografía: Marcas, de Xabier Santakiteria
Me desvelo imaginando que me besas, que te beso, que en mis labios se enredan jirones de tu piel, y que con ellos cubro a retales la mía, abrasada y yerma. Me duermo al fin envuelta en ti, entera tuya, y mis pestañas se enredan para que no despierte, porque si no eres tú quien me devuelve a este desierto de quereres, prefiero seguir soñándote.