Foto: atardecer en Los Guirres, La Palma
Él duerme en la toalla mientras atardece. Caminas hasta la orilla y entras en el agua, que hoy tiene un vaivén tranquilo. Te tumbas sobre la superficie, brazos abiertos, piernas estiradas, pezones mirando al cielo; y te dejas llevar, un rato, dos, un tiempo indefinido. Hasta que abres los ojos y decides volver, y regresas a otra playa, con otro él que despierta cuando te tiendes en la toalla, junto a la suya. Otro sobre el que depositas tus besos de sal.
Pero cuántas orillas tendrá este mar.
Ana, una magia de micro que logra transportarnos a esa playa de infinitas orillas que con tan solo desearlo te cambia la vida. Ojalá fuese tan fácil, pero con tus letras lo parece.
ResponderEliminarEs un micro muy sensual.
Un abrazo.
Gracias, Nicolás!
EliminarYo casi preferiría que se acabaran las orillas, que no fuera tan fácil. Pero la vida es como quiere.
Un abrazo
Espero que tantas como necesite que tenga.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Espero que sí, y que un día dejemos de necesitar orillas.
EliminarBesos
¿Y si la orilla siempre es la misma? ¿Estamos listos para traspasarla?
ResponderEliminarMe gustó ese mar obrador de cambios.
Besos desde otra orilla, o no.
No sé si estamos preparados para nada, pero estamos a lo que surja, o lo intentamos.
EliminarUn beso
Orillas, solamente una, la nuestra. Otros tumbados sobre una toalla, todos los que seamos capaces de aceptar.
ResponderEliminarSalud-itos
Me gusta eso de solo la nuestra...
EliminarAbrazos
Me gusta mucho el final, es una puerta abierta a diversas interpretaciones y creo que suena muy bien, aunque habría que consultar al experto ;-).
ResponderEliminarTambien me recuerda en algo a tu micro de la antología de Talentura, no es raro, claro, que tú hables de orillas y mares.
Gracias, Elisa. He dudado mucho con esa frase final, si poner interrogaciones (no me gusta porque parece que da pie a una reflexión obligada), o si quitarla. De momento ahí está y me alegra que te guste.
EliminarSí, no es raro eso de las orillas y los mares ;-)
Un abrazo
La pregunta es: esa es la orilla donde quieres estar?
ResponderEliminarSupongo que la mía propia es donde quiero estar. A veces es difícil saber qué quieres...
EliminarUn abrazo (otro más)
El regusto del relato no es de sal, es más de hiel.
ResponderEliminar