-¡No soy una maniática! Soy normal ¿o qué te crees? Todo el mundo tiene sus manías, esto son... solamente.... tonterías.... -esto me gritabas mientras salías y volvías a entrar en casa varias veces, cada vez a comprobar si habías dejado encendida la luz, abierto el gas, cerradas las ventanas. Y yo pensaba que sí, que todos tenemos nuestras manías.
Seguro que tú también tienes tus manías, me gustaría que las dejaras en comentarios o me las envíes por correo si son muy personales (en ningún caso se revelará tu identidad maniática)
Y con esto pongo al servicio de la comunidad bloguera el blog que creé hace tiempo y que tengo abandonado, pero espero retomar y hacerlo crecer gracias a personas como vosotras.
Yo tampoco soy un maniático!
ResponderEliminarTe digo una light por aqui: siempre me tengo que rascar en estéreo, si cuando voy caminando paro para rascarme la pantorrilla izquierda, tres pasos mas adelante tengo que volver a parar para rascarme la derecha.
Un abrazo maniático. Buena iniciativa.
David Figueroa.
Esas pequeñas manías que no puedo evitar:
ResponderEliminar- Cerrar la puerta de la cocina al salir de casa o cuando viene alguien. (no soporto que sea la tarjeta de visita de mi hogar)
-Llevar siempre pendientes y reloj.
-Que mi desorden tenga siempre mi orden.
-Odio hablar por teléfono.
-Siempre uso chanclas hasta el borde de la piscina, no ando un metro cuadrado en verano sin ellas.
-Tengo que limpiar mientras cocino lo que se va manchando, es superior a mí.
-En mi casa hay dos tipos de tenedores de dos juegos de menaje distinto, siempre uso los del mismo juego. Cuando voy a otro sitio con tenedores desparejados siempre cojo el que tenga los "pinchos"más separados y largos.
-Cuando como no soporto cosas alrededor, suelo apartar vasos y fuentes aledañas a mi plato.
Y ya no me acuerdo de más aunque seguro que las tengo, de todas formas ninguna de estas manías es obsesiva, ni me condiciona la vida.
Besitos.
Pues creo que mi gran mania es ser un meticuloso en todo lo que hago, llegando a sufrir por ello.
ResponderEliminarBlogsaludos
Yo creo que no tengo muchas manías, que raro soy, ¿será por eso que tanta gente me tiene manía? ;)
ResponderEliminarYo tampoco me considero muy maniática, con un poquito de orden y limpieza, y que me dejen mi espacio, ya poco más tengo que pedir. Un abrazo, queridos maniáticos :-D
ResponderEliminarYo no tengo manías... son mis hijos que siempre dejan la puerta abierta del baño, es mi marido el que no pone el reloj despertador de lado y las gafas del revés, es mi madre que nunca deja las zapatillas mirando hacia la puerta y en forma paralela, es la criada que no pone la sal a la derecha y la pimienta a la izquierda, es mi suegra que no pone el jabón con la propaganda hacia abajo...en fin... es el mundo...no yo :) Un abrazo Anita
ResponderEliminarSi tengo una manía... es el olfato. Me gusta olerlo todo. No sólo los libros.
ResponderEliminarPd: Adoro al Roto, me parece un genio. Esto no es una manía.
Besos olfativos.
Quería decirles que no sólo nosotros sufrimos de manías, les contaré de mi perro Roko, nunca come un hueso sin dar tres saltos y empujarlo con el hocico cada vez, jamás se acuesta sin antes excavar en el suelo unos 2 minutos, jamás hace pipi sin levantar la pata...Debe darle unas cinco vuetas al plato de su comida, gruñendo,antes de probarlo, etc. jejeje
ResponderEliminarMi manía (defecto profesional) es analizar sintácticamente cada cosa que leo. ¡Ah! También me obsesiona que los textos estén bien puntuados: una coma entre el sujeto y su verbo me mata. :)
ResponderEliminarUn beso, Anita.
Ahora no caigo chica.
ResponderEliminarQuizá quien me conoce sabría decirlo pero yo no sé, no sé.
Un beso.
Yo soy un poco neurótico, comrueba si he echo la llave varias veces y cosas por el estilo.
ResponderEliminarPuffff no me entran ni en un comentario ni en un post :-)
ResponderEliminarUna manía: yo escribo a mano y luego paso al ordenador. Pues bien, las hojas manuscritas "deben" ser colocadas debajo de una manta que coloco a los pies de la cama de invitados.
ResponderEliminarAbrazos absurdos,
PABLO GONZ
Puff... pues yo, antes de dormir, tengo que comprobar tres veces o más que el despertador está programado. Esa entre muchas otras, en plan colocar la ropa en el armario de una muy determinada manera, lo escrupulso que soy, etc....
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