Elisa, cada una en su época! Anda que a la abuela no le gustaba el disfraz de lobo e irse a hacer fechorías por ahí. Elisa, la magia la traemos entre todos, mira tu manga, salen chispas de colores. Kum, revisar los cuentos es un ejercicio muy sano, verdad? gracias por la mecha, últimamente está prendida si, va por días. Bicefalepena, ¿quién mejor que una loba? ella tuvo que salir antes de su armario y ya sabe lo difícil que es ;) Maite, gracias por liberarlas tu también, menos mal que las entendemos. Propílogo, eso, que vienen a salvarlas los de bigote sin preguntar primero a qué están jugando. Abrazos a todas y todos
Bueno mujer, la de cosicas que has colgado. Te diré que mi favorito(tb he leído el de las gafas) es el de Caperucita porque le encuentro muchas lecturas(opción sexual, feminismo, ironía, humor) No h eleído los ocmentarios para tener una visón sin contaminar, ahora los leo.
De el anterior me atrpapa la idea(una muy parecida ronda mi cabeza hace semanas)pero fíjate me da la sensación de que este necesita un poco más de espacio, más palabras(sé que no e slo habitual que siempre sobran) pero me gustaría ver más a este personaje cuyos problemas de visión s eguramente tengan más que ver con su sprejuicios que con sus ojos.
Bien, comprueba que solo tras años de maceración se descubre lo que está escondido en el armario. Que ocurría entre el lobo, la abuela y caperucita será una reflexión que podría dejársela al comentarista "menage à trois". En tanto, esta nueva visión del cuento me pone a reflexionar sobre la imprecisión de los relatos de trasmisión oral. Tal vez estos cuentos sean como los recuerdos, que se modifican cada vez que se los evoca, y esta la verdadera y primera versión. Para pensarlo. Abrazo
Je, je, pobre abuela, qué poco va a disfrutar de la libertad. A Caperucita le queda más tiempo.
ResponderEliminarEstá muy bien tu micro, breve y jugoso.
Espero que no tuviese hambre porque sabe dios lo que encontraría allí. Un abrazo, me encanta pasar por tu blog...siempre está lleno de magia.
ResponderEliminarBesos.
Romper mitos y reirse de todo... de todo. Eso es lo realmente liberador.
ResponderEliminarFelicidades, mi querida Dinamita. Tienes la mecha bien prendida últimamente.
Besos lesbianos.
Siempre ayuda un empujón para salir del armario, aunque sea una loba la que te saque de él.
ResponderEliminarUn abrazo
Jejeje, pues me alegro de que hayan podido salir, realmente este micro es un micro liberador. Me ha gustado. Un abrazo.
ResponderEliminarEscondidas del leñador, o del cazador; un hombre con bigote, al fin y al cabo.
ResponderEliminarSaludos
Gabriel
Elisa, cada una en su época! Anda que a la abuela no le gustaba el disfraz de lobo e irse a hacer fechorías por ahí.
ResponderEliminarElisa, la magia la traemos entre todos, mira tu manga, salen chispas de colores.
Kum, revisar los cuentos es un ejercicio muy sano, verdad? gracias por la mecha, últimamente está prendida si, va por días.
Bicefalepena, ¿quién mejor que una loba? ella tuvo que salir antes de su armario y ya sabe lo difícil que es ;)
Maite, gracias por liberarlas tu también, menos mal que las entendemos.
Propílogo, eso, que vienen a salvarlas los de bigote sin preguntar primero a qué están jugando.
Abrazos a todas y todos
Bueno mujer, la de cosicas que has colgado. Te diré que mi favorito(tb he leído el de las gafas) es el de Caperucita porque le encuentro muchas lecturas(opción sexual, feminismo, ironía, humor) No h eleído los ocmentarios para tener una visón sin contaminar, ahora los leo.
ResponderEliminarDe el anterior me atrpapa la idea(una muy parecida ronda mi cabeza hace semanas)pero fíjate me da la sensación de que este necesita un poco más de espacio, más palabras(sé que no e slo habitual que siempre sobran) pero me gustaría ver más a este personaje cuyos problemas de visión s eguramente tengan más que ver con su sprejuicios que con sus ojos.
Bien, comprueba que solo tras años de maceración se descubre lo que está escondido en el armario.
ResponderEliminarQue ocurría entre el lobo, la abuela y caperucita será una reflexión que podría dejársela al comentarista "menage à trois". En tanto, esta nueva visión del cuento me pone a reflexionar sobre la imprecisión de los relatos de trasmisión oral. Tal vez estos cuentos sean como los recuerdos, que se modifican cada vez que se los evoca, y esta la verdadera y primera versión. Para pensarlo. Abrazo
Algo me olía yo. Pero no perdáis al cazador y al lobo.
ResponderEliminarBlogsaludos
Ja ja ja Viva la loba, que hizo la luz. A veces hace falta que muerdan para salir de la oscuridad.
ResponderEliminarMe gusta mucha, Ana. Muy ingenioso
ResponderEliminar¿Pero la Loba estaba conCaperucita, con la abuela, con las dos...? :-)
ResponderEliminarjajajaja!!!
ResponderEliminar