viernes, 26 de julio de 2013

Viernes creativos: escribe una historia

En el bic naranja la propuesta de hoy es esta:

El gran Pablo Gonz ha empezado a escribir un cuento, ¡pero ha olvidado cómo terminaba! Yo le he dicho que la gente que escribe en los #viernescreativos puede ayudarle. ¿Te atreves a continuar este cuento de Pablo?

JUSTICIA VERTICAL

Sin que doña Haydee se percate, Justo, el de la verdulería, añade mil pesos a su cuenta. «Son 11.200», anuncia. Y ella: «Uy, cómo subió todo, ¿no?» Pero abre sin más su monedero, paga lo que debe y sale a la calle con sus bolsas. «Hola», le dice Carmelín, una muchacha que va entrando en la tienda. «Hola» responde la vieja y emprende despacito hacia su portal pero: «¡Uy, mil pesos!», uno de esos billetitos muy doblados y muy necesarios. Doña Haydee lo recoge. Mira a su alrededor, y como no ve a nadie, guarda el billete en su monedero y entra en su casa. «Son mil pesos» dice Justo, el de la verdulería, y le tiende a Carmelín una bolsa con dos kilos de patatas. «Vaya –replica la joven–, traía el billete aquí, en el bolsillo del pantalón.» Y entonces…
Si en vez de escribir un final, este cuento te sugiere otra cosa, otro punto de vista, otra historia, no dudes en escribirla.
Este es mi final:
Don Justo agita la cabeza a un lado y a otro, sabe que aún hay cierta justicia que no escapa a sus manos. Después de recolocar calabacines y berenjenas en un gesto aprendido, invita a Carmelín a pasar a la trastienda, otra vez, y le da lecciones que ha tardado años en aprender, pero que a una joven como ella le servirán para toda la vida. Por solo mil pesos.

4 comentarios:

  1. y cuando yo iba a colgar mi historia, me encuentro con la tuya, jejej. Y me toca escribir otra...

    Besos desde el aire

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  2. Está claro que Justo no te resultó simpático. Ya era un capullo, pero después de tu final quedó muy corto lo que parecía.

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  3. Muy bueno tu final, ¡vaya con ese Justo que no hace honor a su nombre, que capullito resultó!
    Besicos muchos.

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  4. ... entonces entró la señora Miguela y tras escuchar a Carmelín dejó caer: "desde mi ventana he visto a doña Haydee, en la puerta de la tienda, doblarse cuan toro que pide el público una oreja para el diestro y llevarse algo al monedero mientras miraba a los lados...". Averigua qué puede haber sido.

    Otro posible final abierto a interpretaciones :)

    Me agradó leer tu relato.

    un saludo

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Si quieres, deja tus huellas al andar por mi casa.

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