Hay días de bosques frondosos, selváticos, donde los monos se me cuelgan de la espalda, voy de liana en liana, atrapando historias a mi paso, me encuentro con personas, con caminos, con luces y sombras, todo llama mi atención y todo pasa por mi imaginación, tomando tintes de relatos, pero sin darme tiempo para atraparlo todo.
Otros días son de desierto, no hay agua, no hay arena o dunas de donde imaginar formas, el cielo raso no me dice nada, ni el aire trae nostalgias de las que hablar.
Hay días y días... Como la vida misma.
ResponderEliminarAbrazos selváticos.
También noches... y noches.
ResponderEliminarBesos urbanos... uff.
También hay noches Kum*, anoche fue de trasnoche y tequila, así que estoy espesa.
ResponderEliminarUn abrazo pasado por el mar
Descripción pormenorizada del hábitat de un escritor. Sus obras proceden del asombro que le produce el tránsito de un ambiente al otro y viceversa.
ResponderEliminarUn abrazo, Dinamita, y a cuidarse mucho.
PABLO GONZ
Gracias Pablo, me voy al desierto a pasar el fin de semana... si me dejan las musas!
ResponderEliminarUn abrazo
Sí Anita, hay días y días, y qué mal se pasa cuando llega la travesía del desierto y no se sabe si el bosque volverá a rodearnos.
ResponderEliminarPor eso yo acumulo y sólo publico cada semana, porque si ya doy para poco como encima desperdicie...
ResponderEliminarLa Palma tiene mucho de este relato, tanto microclima, tanto paisaje cambiante, de pronto estas en pleno monte rodeado de pino o laurisilva y a la vuelta de la curva estás en un paisaje lunar o de Mordor, volcánico, aparentemente sin vida. Pero todos todos tienen algo escondido.
ResponderEliminarElisa, yo cuando llega la travesía del desierto me relajo y disfruto... también necesitamos descanso!
ResponderEliminarCybrghost, sigo pensando que lo que das lo das con el corazón y eso no se va a ir a ningún desierto.
Pablo, en La Palma también hay reductos de paz, pero siempre aparece algún enanito con una historia para contarte...
Abrazos múltiples
Me ha gustado, Ana. Al leerlo uno fluye por el texto como el agua en un río. Bellas imágenes y gran contenido. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Anita, sólo se escribir cuando consigo "sentir" el relato, a veces es muy personal a veces no. Y para empezar dos de mis proyectos se van a ir a desierto, al cementerio de elefantes
ResponderEliminarCybrghost, quizá más adelante puedas rescatarlos del olvido...
ResponderEliminarAlberto, mil gracias! Creo que todos nos vemos reflejados incluso con los monos colgando.
ASí pasa, y suele ser frustrante y bello, qué se le va a hacer, a eso nos atenemos.
ResponderEliminarCuánta razón tienes! Muy bien descrito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es Anita, hay días frondosos y días estériles. Bella prosa poética para un bello micro.
ResponderEliminar¡Suerte en la Reunión!
Un abrazo
¡Qué bien los conocemos!...pero aún así, más tarde o más temprano seguimos escribiendo. Un beso.
ResponderEliminarMe encantó!!
ResponderEliminarUn micro muy lírico, como no podía ser de otra forma, tratándose de literatura y escritores. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarHola Anita
ResponderEliminarQuería invitarte a que pases por mi blog y leas la narración homenaje a todos los compañeros de anónima: http://azullavable.blogspot.com/2010/10/ejercitando-la-derrota.html
Saludos
Julio