Anoche, mientras dormía, entraste en mi blog. Te sentí en la duermevela, noté como leías cada una de mis entradas, te oí respirar profundamente con unas, sonreir con otras, acariciabas las más dulces y te deleitabas con las más largas. No dejaste ni una sin pasar tus ojos por ellas. Al empezar a tocarlas mi respiración se acompasó con la tuya, entrecortada cuando cambiabas de una a otra, más profunda cuando posabas tus manos sobre las palabras que más te gustaban.
Me sentí enloquecer cuando estabas a punto de comentar, pero alargabas ese momento, saboreando cada palabra antes de escribirla.
Casi se me sale el corazón cuando escribiste "no había leído nada igual antes, volveré por aquí" y llegué al éxtasis cuando terminaste con la palabra de verificación y diste a publicar comentario.
Aynsss, es que así no hay quien duerma!
ResponderEliminarAbrazos
Siento cierto cosquilleo al escribir cada letra.
ResponderEliminarEs un placer leerte, y sí, no había leído nada igual antes.
Una abrazo
Qué bueno, auténtica relación escritor/a-lector/a. Saludos
ResponderEliminarLa bella durmiente digital, el príncipe un lector de madrugada y el beso...un comentario gentil :) relato muy sugerente y enigmático, me encanta Anita.
ResponderEliminarvaya! y yo perdiéndome el momento erótico por estar en la cama contigo!
ResponderEliminarMUY MUY bello.
ResponderEliminarEste tipo de argumentos siempre suele funcionar.
MI enhorabuena
Te diste cuenta..... y eso que caminaba de puntillas....
ResponderEliminarSi es verdad lo sentimos llegar cuando viene a leernos....
Un abrazo bien fuerte
Me ha encantado y te deseo orgasmos múltiples aunque por los comentarios que voy leyendo tienes lector@s suficientes para ello jaja.
ResponderEliminarSaludillos lectores y comentados
Realmente una forma genial de describir la importancia personal y el sentimiento que puede provocar un blog.
ResponderEliminarFantástico! Una analogía perfecta. Me gustó mucho!
ResponderEliminarSaludos!
Uauuuuuu!!!!!
ResponderEliminarJoder, Anita, me has puesto a cien. Ahorita, cada vez que te comente...
ResponderEliminarPor cierto, y va para todastodos: ODIO LAS PALABRAS DE VERIFICACIÓN.
Aunque... vistas así...
Un beso caliente caliente.
Acuerdo con Cybr, qué tremenda emoción los primeros seguidores, qué ansiedad ante cada nuevo post ¿vendrá alguien hasta mi casa a leer? ¿lo aprobarán?
ResponderEliminarUn beso desde mi blog al tuyo,que en este caso es lo mismo que decir desde mí hacia vos.
Que bien describís lo que nos pasa a casi todos los que tenemos un blog.
ResponderEliminar¿Acaso no escribimos para que ese/a nos lea?
Siempre un placer leerte, Anita.
ResponderEliminarTranquila, esta noche volveré sigiloso a meterme en tu blog... :)
ResponderEliminarCoincido con la que dice Cyb.; de todas formas hay que intentar desconectarse...por cierto Anita ¿quién era?.
ResponderEliminarUn relato muy original.
Un abrazo
Como en tan pocas palabras puede haber tanto calor...Casi que escribir un comentario rompe la magia, pero se escapan las palabras de los dedos, como cuando acarician.
ResponderEliminarOjalá vuelva, yo creo que hay que hacer más entradas, que le den ganas de comentar.
ResponderEliminarUn plaaaaaceeeer leerte.
ResponderEliminarMuy bueno, Ana.
SU, no, yo no dormí muy bien... cuando terminó ya si.
ResponderEliminarBICEFALEPENA, es agradable que tu también lo notes...
PRETENDIENTES, me alegra que lo hayas sentido así.
ARTISTALIGHT, y tu le das el efecto cuento tan bonito, gracias!
ALFONSO, no se puede estar en misa y repicando, que dicen por ahí ¿en la cama con quien, dices? no sé, yo dormía...
DANIEL, gracias! cambiar de piel funciona, meterme en la piel de mi misma, de mi blog.
FORTUNATA, si lo sintiéramos así no podríamos ir tranquilas por la calle ;)
PUCK, no me puedo quejar, gracias por el que tu me provocaste ;)
CYBR, gracias! a mi lo que más me gusta es leer los comentarios de lo escrito, pero eso no estaba en el relato...
CLAUDIA, gracias, dos analogías perfectas...
JOSE, gracias por pasar por aquí, no interpretaré ese grito de guerra ;)
KUM*, veo que le has pillado el sentido completo al relato, y como verás, ya no tengo palabra de verificación, recurso literario nomás!
PATRICIA, si, hasta que llegan los primeros comentarios hay cierta inquietud, el tema da para largo...
MALENA, escribimos porque nos gusta, pero queremos que nos lean, no? si no imposible!
ResponderEliminarOCTAVIUS BOT, un placer darte la bienvenida, si habías pasado antes (deduzco por ese siempre...) no lo había notado, no como ahora.
GOTZON, escribiré algo especial para que entres mientras duermo.
ÁNGELES, se dice el pecado pero no el pecador... era alguien muy sensual, sin duda. El relato fue escrito de manera diferente a como ha sido entendido y eso es algo que me encanta de escribir, lo escrito toma su propio camino...
PABLO, tanto calor en tus palabras también, que pasan dejando parte de tu ternura
JUAN, si si sigue sigue, ja ja, seguiré escribiendo para que vuelvan todas y todos!!! promiscuidad en mi blog, por favor!
TOR, un placer recibirte!!!
Abrazos y besos para mis visitantes queridos y queridas!!!
Me ha encantado, empieza de una forma tan sugerente que te empuja a leerlo hasta el final, un beso
ResponderEliminarBea
Madre mía!! cuantísima sensualidad :-D yo creo que tus lectores ahora seremos si cabe más fieles ;-)
ResponderEliminarUn besazo enorme
SIN SELLOS, y si te sigue encnatando al leerlo entero, mejor todavía, a mi me da gustito, ya sabes.
ResponderEliminarMAITE, eso espero, fidelidad, ja ja pero sensual por favor... entra despacio y acaricia con tu mirada, después escribe suavemente paladeando cada letra... ya verás, a ti también te va a gustar.
Abrazos emocionados
Anita, Muy buen relato, me encantó la sensualidad que le has puesto.
ResponderEliminarTeneme al tanto si la relación prospera, ¿o acaso fué amor de una sola noche? Abrazo
Que idea más buena y cálida para hacernos adictos a tu blog. ¡Enhorabuena! Un achuchon
ResponderEliminarJULIO, espero que sí prospere, pero ya te voy contando...
ResponderEliminarTIOVIVO, adictos a mi blog... no se me había ocurrido, pero sí, vale, aquí te espero!
Abrazos!
Pero, si intenté no hacer el mas minimo ruido...
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