Decir lo que sucede interiormente tan sólo es cierto, preciso y justo cuando lo que sucede dentro es, por sencillo, igual a lo que late en cualquier pecho. Que soy común es de las pocas cosas en las que creo. Importa no mi historia, sí la tuya. De todo esto, como de tantas cosas, la voz se pierde y permanece el eco. (Luis Cobiella)
Los fantasmas son amigos, y los recuerdos y las voces también. Pablo, gracias por tan bonito poema "que soy común es de las pocas cosas en las que creo", perdona la comparación que no viene al caso pero me recordó a la frase del famoso Ramón "si hay algo seguro es que cierro los lunes" como su propia religión. Saludos y gracias por venir
Dedicado con mucho cariño a quienes nos han visitado este verano
ResponderEliminarSe quedan sus recuerdos. Esos solo te corresponden a tí y a lo que quieras hacer con ellos.
ResponderEliminarAbrazos
A veces los fantasmas tienen un halo de melancolía y no son tan mala gente.
ResponderEliminarUn saludo.
Me hiciste recordar un poema:
ResponderEliminarIMPORTA NO MI HISTORIA, SÍ LA TUYA
Decir lo que sucede interiormente
tan sólo es cierto,
preciso y justo cuando
lo que sucede dentro
es, por sencillo,
igual a lo que late en cualquier pecho.
Que soy común es de las pocas
cosas en las que creo.
Importa no mi historia, sí la tuya.
De todo esto,
como de tantas cosas,
la voz se pierde y permanece el eco.
(Luis Cobiella)
Abrazos
Los fantasmas son amigos, y los recuerdos y las voces también.
ResponderEliminarPablo, gracias por tan bonito poema "que soy común es de las pocas cosas en las que creo", perdona la comparación que no viene al caso pero me recordó a la frase del famoso Ramón "si hay algo seguro es que cierro los lunes" como su propia religión.
Saludos y gracias por venir
Si que viene al caso, Ramón es una persona común, normal y maravillosa. Su eco también se nos queda cuando salimos de Puntagorda.
ResponderEliminarPrecioso, Anita... o inquietante, no sé.
ResponderEliminar"Sin embargo, se quedaron todas sus voces"... esta frase se queda zumbando en los oídos... y en la mente.
Un beso y mi sombrero.
Esa energía lo impregna todo. Por eso hay que potenciar la positiva.
ResponderEliminarBesos, Ana.