Con este relato participo en la reunión de micros de Anónima Mente: http://diariodeanonimamente.blogspot.com/2010/08/nueva-propuesta.html No Carlos, seguro que no todos, pero quería irse limpia, supongo :)
¡Ah, sí los corazones rotos se pudiesen reparar así! Ahora que dicen que nunca falta un roto para un descocido... jeje :] ¡Bonito micro! :] ¡mUCHos salUCHos de UCH! :]
Bueno,no todos tendrían mala consecuencia.
ResponderEliminarCon este relato participo en la reunión de micros de Anónima Mente:
ResponderEliminarhttp://diariodeanonimamente.blogspot.com/2010/08/nueva-propuesta.html
No Carlos, seguro que no todos, pero quería irse limpia, supongo :)
¡Ah, sí los corazones rotos se pudiesen reparar así!
ResponderEliminarAhora que dicen que nunca falta un roto para un descocido... jeje :]
¡Bonito micro! :]
¡mUCHos salUCHos de UCH! :]
Ay las alcahuetas tejedoras, un nuevo oficio interesante y por lo que dices expiatorio.
ResponderEliminarGracias por traer este micro!
Original Anita. Esas alcahuetas... jeje
ResponderEliminarUn saludo indio
Ha mejorado, la alcahueta: de un par de corazones pegados momentánamente con saliva ha pasado a la soldadura. Mucho mejor.
ResponderEliminarBuen oficio este, es casi una alcahueta-cupido, pero con lana en lugar de flechas.
ResponderEliminarDesde el centro de mi espesura mental, una palabra, Anita: original.
ResponderEliminarAbrazo,
PG
Muy bueno, Anita! Además, me encantó la imagen :o)
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Me pasás el mail de la alcahueta? Una amiga necesita sus servicios. ja ,ja
ResponderEliminarExcelente micro.
www.alcahuetascosedoras.com :)
ResponderEliminarMi sombrero, Anita. 28 palabras magistralmente trenzadas. Buenísimo.
ResponderEliminarBesos de... miércoles, claro.