Removí cucharillas en cafés que no llegaron.
Esperé en bancos de madera crujiente.
Bajé Lunas de nata en noches de chocolate negro.
Escogí estrellas con estelas de caramelo, mientras caía en espirales de porqués sin respuestas.
Al final, me tomé un café en un banco mientras miraba la luna de noche y las estrellas me dijeron que si después de todo no encontraba las respuestas no debía seguir haciéndome más preguntas.
Sin preguntas no hay respuestas.
Enviada desde la Toscana el 1 de julio
ResponderEliminarRecibida en Santa Cruz de La Palma el 8 de julio
Gracias Anónima!!! Me encanta, aunque en Firenze se pasaron con la tinta en el sello :p
Y sin micros no hay letras, ni puntos, ni comas, ni acentos,... No hay amigos, ni historias, ni entrega,... Sin micros, simplemente no hay...
ResponderEliminarBlogsaludos
Que bonita la postal, si que se pasaron con el sello, jajaja que bestias!
ResponderEliminarParece que anónima se encontraba algo sola la noche que escribió este micro, pero le ha quedado precioso.
Saludos.
Que cuento tan aperitivo de postres,que más respuestas,muy buena la postal.
ResponderEliminarJustamente esa es la actitud de muchos: si no te preguntas nada nunca te llevarás disgustos.
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