Un día me pidió que saltara a la piscina con él, me invitó: ¿y si nos tiramos a la piscina?
Mi balanza estaba en un desequilibrio absoluto y sabía que hiciera lo que hiciera perdería, pero también ganaría.
Perder... estabilidad, familia, complicidad.
Ganar... ternura, pasión, aventura.
Al final me tiré por el trampolín, perdí y gané. Vivo en eterno amor y desamor
PRECIOSO RELATO NUDISTA.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, nos dejas un buen micro de despedida.
ResponderEliminarQue pases unas buenas vacaciones, yo por aquí seguiré.
Un abrazo!
Siempre se pierde, siempre se gana. Lo importante es que haya equilibrio en cada plato de la balanza. Me gustó. Y la imagen de la piscina, muy refrescante.
ResponderEliminarAbrazos.
Buen relato, debe ser complicado nadar en esa piscina...
ResponderEliminarMuy bonito y emotivo relato!,creo que cuando has amado o amas de verdad tiendes más a ganar que a perder y tú ya eres una "campeona" .Espero que disfruten todo lo que se merecen y más.
ResponderEliminarYuju,
ResponderEliminarmuy bonito. Desde luego, siempre se pierde y se gana algo, pero si se tiene la valentía de tirarse a la piscina, y encima se sabe nadar, probablemente se sea más capaz de quedarse con todo lo que se gana.
El amor, como la vida, tomas y das, adquieres y pierdes...
ResponderEliminarUn abrazo y disfruta de tus vacaciones, Anita.
PABLO GONZ
Asi es la vida, una de cal, una de arena....
ResponderEliminarFelices vacaciones.
Un abrazo
GU-A-U!!!
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