Hace ya tiempo que aquí nadie cree en los milagros. Nadie me creyó cuando conté que aquél día que me dolía tanto la cabeza, llamé al 012 y me dieron cita para el médico esa misma tarde, y el médico se preocupó y me derivó al neurólogo que me vio al día siguiente, y éste pidió que me hicieran unas pruebas carísimas, y como tenía algo me operaron esa misma semana.
Nadie cree en los milagros, y yo tampoco, por eso estoy esperando en casa a que me llamen para citarme con el médico de cabecera, que está de vacaciones.
Pues sí, hay que tener esperanzas. Que la esperanza sea lo último que se pierda.
ResponderEliminarAbrazos
Je como la vida misma!
ResponderEliminarMás que un milagro, un cursi diría que la primera parte es onírica y la segunda real como la vida misma, que diría esta vez Anónima.
ResponderEliminarEl que espera desespera....
ResponderEliminarQue moral, ¿has probado el ibuprofeno?? :D
ResponderEliminarQue moral, ¿has probado el ibuprofeno? :D
ResponderEliminarGotzon, también pensé otro final:
ResponderEliminarNadie cree en los milagros, y yo tampoco, por eso me tomé un tonopan al llegar a casa.
Ibuprofeno no, que me sienta mal :)
Saludos
¿tonopan? consultaré con mi farmaceutico... (se llama google, jajaja)
ResponderEliminarHipócrates lo dijo en aquel entonces que no cobraban por la medicina: "Qué la medicina sea tu alimento,y tu alimento sea tu medicina",uno de los placeres de la vida es disfrutar los alimentos que nos hacen bien y aprender a prepararlos,mantenerno lejos de un médico para tener una larga vida,y si ya llegaste al extremo consigue un buén chamán o un buen hierbero.
ResponderEliminarPocas cosas no se curan con un ayuno y agua,y al extremo he llegado a curar a otros como Gotzon dice,consultando a Google,en curas milagrosas.