Una vida sin preguntas
El pequeño Daniel se asoma a preguntarle al abuelo.
Recuerda que él siempre tenía respuesta para todo. Se acerca, toca su
brazo y el abuelo se gira y lo observa sin verle, con la mirada fija en un
punto infinito que Daniel no alcanza a saber dónde está. Después vuelve la vista al televisor sin decir nada. Entonces va a preguntar a
mamá, ella sabrá la respuesta. Y cuando dice “mamá”, ella contesta con el habitual
“espera”, mientras con el dedo baja y baja una cortina inexistente en la
pantalla de su teléfono. Papá está encerrado en su despacho hasta tarde y no se
le puede molestar, así que ya solo le queda Alicia, su hermana, poco mayor que
él e inexperta ¿sabrá ella? Y le pregunta, pero Alicia ni contesta, mientras
escoge con mucha rapidez diferentes colores de gomas con las que hace
pulseritas y todo tipo de muñequitos. Entonces Daniel se
sienta y piensa que, aunque él tenga preguntas, quizá se han terminado las
respuestas.
La Primavera de Microrrelatos Indignados pretende que el 15 de mayo de 2014 la red se llene de microrrelatos indignados que denuncien el avance de la desigualdad social, las injusticias, los abusos de poder, las humillaciones colectivas, las corrupciones impunes o la desprotección social que en los últimos tiempos estamos padeciendo. El modo de participar se describe en las bases que encontraréis en La colina naranja.