Y los niños y niñas, gracias a su mala pronunciación, decidieron, 25 años después, ser la palabra.
Y eliminaron palabras a las que no encontraban sentido, como poder, guerra, odio, ira, ambición, miedo, enfermedad, ejecución, insultos, censura, castigo, condena, amenaza, pánico, recelo y otras muchas que encontraron en periódicos que no entendían.
Y rescataron del olvido otras como solidaridad, abrazos, amor, compañerismo, flores, confianza, colores, felicidad, perdón, libertad, paz, querer, abrir, escuchar.
Fue una ardua tarea recomponer tantas noticias, pero finalmente lo consiguieron.
Y el mundo cambió
Que bonito...
ResponderEliminarEn los niños y niñas está el futuro.
Abrazos
Con la palabra se ha creado el mundo desde siempre, en casi todos los tiempos y casi todas las culturas.
ResponderEliminarUn abrazo, Ana.
Esperanzador. Siempre es bueno que alguien nos recuerde el poder de los niños. Pero me parece que no se le debe tener miedo a las palabras sino a los hechos. De todos modos el relato pinta un mundo ideal, y no es malo creer que puede llegar a existir, en tanto... utopía. Muy lindo.
ResponderEliminarBueno, soy de la opinión de que deben existir ambas cosas y poder elegir, porque dependiendo de las miradas lo que para mi es ambición, para otro puede ser superación... Yo solo creo en la palabra VIDA y dentro de ella una rica ensalada de seres buscando su sitio.
ResponderEliminarBesitos de colores.
La palabra nos indica donde vivimos. A todas las lenguas les haría falta unos académicos tan jóvenes como los de tu micro.
ResponderEliminarBlogsaludos
Ojalá las palabras se conviertan en hechos. Nos tenemos que dar cuenta de que hay algo que no está funcionando bien y que tenemos que cambiarlo. Tú relato nos arroja hacia esos pensamientos tan necesarios. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarOjalá.
ResponderEliminarlo terrible también hace parte de lo humano y es inevitable.
ResponderEliminarLas tres primeras líneas lo dicen todo. Me sumo a esta utopía. Saludillos de palabra
ResponderEliminarQue bonito, que se llene el mundo de lenguas de trapo, diciendo sólo palabras bonitas.
ResponderEliminarMe temo que es mas fácil y realista que ocurra todo lo contrario... pero está bien tu canto a la esperanza.
ResponderEliminarSu, si, pero a los niños y niñas los educamos las personas mayores, espero que con esperanza.
ResponderEliminarAlberto, a ver si cambiamos entonces las palabras para crear algo más bonito.
Julio, utopía o no, pensarlo ese mundo ideal ya es un buen ejercicio (para mi).
Relatada, hay palabras que ya no me suenan a otra cosa, como ambición, las han tomado las empresas, periódicos y los hombres grises, pero siempre podemos cambiarles el sentido para devolverles algo de luz. Gracias por tu VIDA.
Adivín, eso que cuenten con los niños y niñas para la RAE!
Maite, gracias por pensar a raíz de venir aquí.
Cybr, Ojalá es otra canción de hace una pila de años, y es una mirada de esperanza.
Juan, si, pero ya vale de terrible.
Puck, si, pero me gustó explicarlo, un 1984 a lo happy end :)
Artistalight, eso sería precioso, verdad?
Gotzon, ¿si todos cantamos se nos oirá?
Abrazos cantarines
Esta es una de las funciones básicas de la literatura: la realización simulada de los sueños. Hermoso tu sueño, Anita. Y hermosa la forma en que cobra vida.
ResponderEliminarAbrazos,
PABLO GONZ
Gracias Pablo, pensaré en ello y frotaré de vez en cuando esta lámpara maravillosa, pero con cuidado que no me pase lo que a Víctor ;)
ResponderEliminarAbrazos de sueños
Anita, lo sé :-) Del Maestro Silvio Rodríguez. http://www.youtube.com/watch?v=Ok_wnW9YBrE
ResponderEliminarBuen ejercicio de Utopía. Lugar donde surgen las buenas ideas.
ResponderEliminarUn abrazo
Cybr, maestro... me alegra que también sientas eso.
ResponderEliminarBicefalepena, voy a ejercitar más la utopía ¿me acompañas?
¡qué sea verdad! Bes, Aniat
ResponderEliminarLindo de verdad! Ana!
ResponderEliminary nosotros estamos para que eso sea posible.
salva
Si tan solo dejáramos de querer hacer adultos a los niños y nos hiciéramos niños todos... que diferente sería el mundo. Que rápido arreglan ellos sus problemas.
ResponderEliminarUn saludo,