Estos son los relatos que se publicarán en el próximo Fanzine Ruido La Palma, el tema, la crisis como motor creativo, fuente de inspiración, ...
Gracias por participar!!!
TENDENCIAS
ACTUALES
Desde
que le despidieron, se pasa las tardes descargando su rabia en lienzos tan diminutos como baratos. Hoy cumple cincuenta años; su mujer, que quiere darle una sorpresa, se los ha enseñado
a un galerista del barrio. Le han encantado. El material para enmarcarlos le
saldrá muy barato, asimismo los trazos de pintura licuada se verán bien a la
luz de las velas, lo que además de ser más íntimo, reducirá mucho la factura de
la luz; y la gran ventaja, como es una obra muy extensa que ocupa muy poco,
podrá alquilar mientras la otra sala de la galería.
¡PERO
QUÉ ARTE!
—
¿Cómo dices que se llamaba esto?- pregunto después de tragar el último bocado
con un sorbo de vino peleón.
—
Puding de sardinas con salsa de acelgas. ¿Te ha gustado?.
—
Estaba bueno. Pero te habrá dado mucho trabajo. Yo me conformo con unos huevos
fritos con patatas.
Me
limpio los labios con los dedos que se cuelan entre los agujeros de su última
creación de costura.
—
¡Qué va! Me encanta el taller de "Cocina contra la crisis". Mañana
voy a prepararte un plato de mi invención.
—
Lo siento querida, olvidé decirte que mañana tengo otra comida de trabajo.
LA
VOZ DEL PUEBLO
La
noche de San Blas ante la algarabía general, el alcalde tuvo arrestos para
subirse al escenario: «Paisanos, nos quedamos sin verbena porque los músicos
contratados no han aceptado nuestra forma de pago…». Lo interrumpió una moza de
primera fila, que se arrancó con una estrofa del himno regional. A ella se le
unieron todos los vecinos hasta que sus voces fueron una. Finalizada la
interpretación, la ovación fue atronadora. Y antes de que el silencio se
presentase, una nueva canción a coro se escuchó. Y así sucesivamente, hasta
convertir la velada en la mejor fiesta que se recuerda.
UN
SER EXTRAÑO
No
pienso leer más la prensa, ver los telediarios o escuchar los noticieros de la
radio. No pienso hablar de lo mal que está el mundo y exigirle que cambie. Cada
noticia, cada expectativa frustrada me consume poco a poco.
Dentro
de unos años, cuando sea el único ser que queda en la tierra con un poco de
ilusión, esperanza y amor que dar, dirán que no gozo de capacidades
psicológicas normales.
LAS
MUSAS DE LA BASURA
Llevaba
a los niños al colegio. Algunos días hacía la cola del paro. Enviaba
curriculums, si lo llamaban, acudía a alguna entrevista. Comía en la parroquia.
Cuando cerraba el supermercado, dejaba a los niños viendo los dibujos y estaba
el primero en los contenedores de basura. Fruta pocha, yogures caducados... Una
noche encontró un spray de pintura negra. Siempre había querido pintar. Lo
dirigió a la pared inmaculada del supermercado, donde caían las sombras de los
contenedores. Aquel fue su primer grafiti, luego llegaron otros, siempre con el
mismo tema: contenedores y rebuscadores. Ese paisaje que conocía tan bien.
NATURALEZA
VIVA
Nunca
tuvo cuadernos ni pinturas. No sabe escribir. Marcelino es un hombre de los de
antes. Rudo, callado. Un día su hija le llevó a un museo. Miró los cuadros uno
a uno. Despacio. En silencio. Paisajes, bodegones, retratos. No dijo nada. De
nuevo en casa, sentado bajo el manzano, mira a su nieta recoger flores. Escucha
los pájaros mientras, en el horizonte verde, se pone el Sol. Marcelino observa.
Recuerda las explicaciones sobre el arte y sonríe.
LUJO
No
sé quién inventaría decir de algo que es un lujo. Al principio, como una
valoración positiva de, generalmente, un objeto que precisamente por no poseer
un valor material, o ser este incalculable, sólo se podían permitir quienes
tuvieran tanto dinero como para cubrir sus necesidades materiales y, además,
rodearse de objetos hermosos. Pero cambian los tiempos y con ellos las
palabras. Ahora decimos “es un lujo que no podemos permitirnos” con cierta
sorna, pensando que en realidad no vale la pena, precisamente porque carece de
un valor materialmente cuantificable. Sólo lo que tenemos que pagar tiene ya
algún valor.
Jorge Plaja Rustein
OCASO
INFINITO
La
caricia del pincel sobre el lienzo es tan precisa como de costumbre.
Ni
un milímetro de más.
Ni
un tono de menos.
Una
línea, en perfecto azul prusia, delimita un horizonte de textura y brillantez
minuciosamente buscadas para contrastar con la grumosa esfera, incendiada en
rojos y naranjas.
Nunca
logrará sumergirse en ese mar que solo parece engullirla con glotona quietud.
Dentro
de dos vidas y media la muchedumbre, más limpia y menos cálida, se preguntará
cómo podía reflejar con esa fidelidad el espíritu del mar.
Sin
saber si acaso alguna vez llegó a contemplarlo.
O
a desear verlo.
Enhorabuena a los ganadores". Estupendos minirelatos!
ResponderEliminarbss!
Extraordinarios los relatos con los que tengo el placer de compartir espacio. Como siempre es una satisfacción poder colaborar con Fanzine Ruido.
ResponderEliminarGracias Ana por concedernos la oportunidad de participar.
Un abrazo fuerte.
Si me avisas con tiempo, Ana, en el próximo fanzine me apunto. Esta vez se me pasó el plazo. Despistadillo que es uno. Abrazos.
ResponderEliminarBuen ramillete. Con muchos trazos de colores.
ResponderEliminarAbrazos a repartir.
Para todos los gustos. Me alegro de formar parte del octeto. Y mucho.
ResponderEliminarUn beso Ana.
Es un placer estar tan bien acompañada :-). Un abrazo a todos y otro para tí, Ana, por juntarnos.
ResponderEliminarbsts
Grandes plumas, Anita, y muy buenos micros.
ResponderEliminarMe ha resultado curioso ver cómo llega a licuarse el arte con la crisis.
Abrazos a ti y a todos.
Mucho Ruido y del bueno.
ResponderEliminarEnhorabuena a todos y besos desde el aire
Qué variedad de colores y pinturas, Ana. Gracias por traerlos.
ResponderEliminarAbrazos, muchos, para todos.
Encantada de compartir página con tantos buenos amigos de tan buenas letras. Un besazo a todos y a Ana el más gordo
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