Desde que mamá le obligó a ponerse ese horrible traje el día de su cumpleaños, que se repitió varios años hasta que la mandó a paseo, a ella y a sus trajes.
Desde entonces no había querido volver a celebrar su cumpleaños, era acercarse julio y le daba urticaria, recordaba a mamá, a las tías y sus sonoros besos, las agarradas de mofletes, los horribles regalos ¡cuántas veces tuvo que poner buena cara a los regalos de las tías!
Por fin se encontraba tranquilo, en el pequeño pueblo donde vivía nadie sabía la fecha exacta de su cumpleaños, ni siquiera su edad, y pasaba tranquilos veranos haciendo caso omiso de los calendarios y el correr de los años. Solo la llamada de su madre “Roberto, cariño, como me gustaría que estuvieras aquí hoy conmigo y celebrarlo como siempre” le traía recuerdos imborrables.
Por fin, hasta que un día, con la guardia baja, se sinceró con una amiga que le preguntó por la fecha...Para Roberto
Como se pueden imaginar, se la liamos parda a Roberto ¡pobre!
ResponderEliminarProbablemente este año haya vuelto a revivir su infancia.
ResponderEliminarÉste estuvo muy lindo, seguro que lo guarda en un rinconcito de su corazón.
Un abrazo fuerte
Hay cumpleaños que mejor no recordar.
ResponderEliminarPero siempre es mejor cumplir años que no cumplirlos, jeje.
BESOS DESDE EL AIRE
Totlamente de acuerdo con Rosa, mejor cumplir que no cumplirlos.
ResponderEliminarBesos
Está muy bien escrito pero me has traído unas imágenes de infancia que prefiero volver a empolvar. Y no, no son de mi cumpleaños. Pero la sensación es igual de horrible.
ResponderEliminarMe gusto mucho Ana, y lo que nos hizo reir!!! genial, como todos. Mua.
ResponderEliminar¿Es la misma amiga que escribió sobre el hecho? Dile a Roberto que la mejor manera de superarlo es ver su trauma hecho pedacitos en palabras.
ResponderEliminarAbrazos,
Imborrables, muy imborrables... Vaya tela, nunca mejor dicho.
ResponderEliminarBlogsaludos
Anita, como dices ¡Pobre Roberto! pero fuera de ahí y de situaciones similares te diré que celebrar los cumpleaños es una alegría, sea la edad que sea, signo de que se está vivo y de normal se celebra con la gente que quieres. Un abrazo.
ResponderEliminarSois malas!!! jajaja seguro que a él le ha encantado.
ResponderEliminarSaludillos
Le entiendo, a mi el mío me resulta un coñazo, y eso que no me toca poner traje. También evito que se sepa cuando es.
ResponderEliminarPero entonces ¿le hicieron volver a ponerse el trajecito? digamos que era como su uniforme de cumpleaños.
ResponderEliminarA mí tampoco me gustaban las celebraciones de cumpleaños, jeje... Me gustó el relato. Muy bueno.
ResponderEliminarCon las redes sociales, ahora es imposible mantener nada en secreto, jeje...
Besos de celebración
Gracias Ana por ayudarme en Brevedades, es en Quote donde se publica? ya me contarás como hacerlo para la próxima vez.
ResponderEliminarEse final me encanta, quiero suponer que la amiga era una santa y que no desveló a nadie esa mágica flecha, pero...como creo poco en los milagros...a estas alturas será de dominio público.
Abrazos.
Un abrazo a ambos y felicidades
ResponderEliminarOctavius bot
SU, puede ser, al final no supimos por qué era que no le gustaba el cumpleaños
ResponderEliminarROSA, en eso estamos todos, mejor cumplir aunque te lo celebren por todo lo alto.
ELYSA, pues te remito a su comentario
MONTSE, esas obligaciones sociales que se imponen a los niños y niñas, son terribles... mejor empolvadas.
RELATADA, muchas emociones, menos mal que llevé risas en ese momentillo también ¡qué bien lo pasamos!
ESPERANZA, no, la amiga no es la que escribe, pero a Roberto le divirtió mucho el relatito.
NEL, ¿te imaginas esos cumpleaños, verdad? difíciles de olvidar.
NICOLÁS, no sé por que a Roberto no le gusta, en todo caso fue una noche muy emocionante la que vivimos con él de celebración, aunque el no quisiera ser el protagonista.
PUCK, sí que le gustó, yo creo que si, al menos todavía nos habla :)
CYBRGHOST, pues no vengas a La Palma en esas fechas por lo que te pueda pasar ;)
DR. ESPINOSA, te aseguro que lo único que le faltó fue ponerse el trajecito... él llevaba el delantal y fue pinche de una riquísima fideua... con eso te digo todo!
ALBERTO, si es verdad que no se pueden mantener los cumples en secreto, pero merece la pena, no crees?
PALOMA, de nada guapa, luego te explico. La amiga de santa ni un pelo pero si de amiga detallista, le celebró un cumple por todo lo alto!
OCTAVIUS, gracias!
ABrazos de cumpleaños o no cumpleaños para todas y todos!!!