Vuelo rasante
Pisé una piel de plátano. Lo había visto en cómic, pero nunca lo había experimentado. Resbalé de manera que mi cuerpo quedó en el aire, horizontal al suelo, con un pie más levantado que otro, dispuesto a caer en las baldosas de la calle, encima de la piel de plátano y de una cagada de perro.
Sin embargo, me quedé así, paralizada en el aire, fruto de un fuerte vendaval que llegó por el este. El viento me volteó varias veces. Apunto estuve de golpearme contra una esquina. Otra corriente me llevó hasta la playa, depositándome suavemente en la arena.
Hay días que aunque todo parezca imposible, la suerte me acompaña.
¿Cómo no iba a darte suerte la cáscara de un plátano canario? :-)
ResponderEliminarEl vendaval del pasado 19 de junio no pudo ser más inofensivo. Las palabras no hieren cuando van cargadas de buenas intenciones.
Un abrazo.
El lujo fue de todos los que contamos con tu participación, la verdad es que es un micro muy visual, y divertido. Me gustó mucho ese -stop- que le pusiste. Besos.
ResponderEliminarY así es!!!
ResponderEliminarAsí como que una serie de inconvenientes acaba por darnos gracia.
Así como llueve con sol. Y qué precioso arco iris!
Muy bueno Anita!!!
ResponderEliminarAlgunos tenéis la facilidad de sacar una sonrisa con los relatos y yo os admiro.
Un abrazo!
He llegado tarde para el vendaval pero no para leer tu microrrelato. Genial ese guiño al cómic, tantas veces próximo al micro y sin embargo tan olvidado.
ResponderEliminarBlogsaludos
Ya me gustó cuando lo leí por primera vez, es muy bueno.
ResponderEliminarUn saludo, Anita.
¡Abusona! Muy bueno.
ResponderEliminarBesos dibujados.
A veces aunque todo parezca ir en contra, las cosas salen bien.
ResponderEliminarMe hizo reir en el Vendaval...Y ahora otra vez!!!
ResponderEliminarSaludos desde el aire
Me encanta lo imposible cuando se cuenta con tanta naturalidad que se vuelve real y hermoso. Muy bueno Anita. Y un relato estupendo el del café, ¡guapa!
ResponderEliminarBesos con dos de azúcar sin remover
Sólo tendemos a fijarnos cuando las cosas van mal, pero, en ocasiones, se empeñan en ir bien y casi ni nos damos cuenta.
ResponderEliminarSaludos.
Que maravilla saber que lees al gran Santi Balmes..
ResponderEliminarte dejo un fuerte abrazo!