Abro los ojos al despertar, estoy en una estancia amplia, blanca y luminosa, tumbada en una cama pero no me duele nada. Debo estar muerta, pienso, tengo un vago recuerdo de una punzada en el estómago, de dolores de cabeza y piernas cansadas, pero en mi chequeo nada de eso aparece.
Muerta ¿y ahora qué? -me pregunto. Pero entonces entra alguien en la estancia, una mujer agradable de pelo descolorido que me sonríe y se acerca a mi, me acaricia la cabeza sin decir nada y le pregunto ¿donde estoy? ¿qué ha pasado?. Ella me mira con preocupación y cuando me contesta no entiendo nada, habla muy raro. Se va y vuelve con más gente que me habla, un chico joven, tampoco le entiendo, ni al hombre mayor que también trata de decir algo. Yo les sigo preguntando pero todos hablan entre sí y parece que no me entienden. Me hacen señas pero me cansa esta situación, me falta el aire.
La siguiente vez que abro los ojos hay una mujer a mi lado, su pelo es luz y habla muy pausadamente, pero no la entiendo y niego con la cabeza, me habla otra vez, parece que lo hace diferente pero con el mismo resultado. No entiendo nada, le digo gesticulando, entonces veo brillar sus ojos. Se va y vuelve con algo que coloca en mis oídos, y de ahí salen sonidos familiares, parece una conversación pero algo me impide comprender, falta algo y no sé qué es. Miro suplicante a la mujer de luz, asiento, porque entiendo que hemos avanzado y con la mano me tranquiliza.
Día a día voy cogiendo fuerzas, aunque aún me canso mucho y a veces me falta el aire y me desmayo ¿quién me está cuidando y por qué? ¿quién soy? ¿dónde estoy?
Días después trato de caminar, mis piernas no van muy bien, también noto que les falta aire. Y lo que siento es que en el agua me siento bien, cuando me lavan y cae agua sobre mi, me siento en paz y me dan igual todas las preguntas que se agolpan en mi cabeza.
Cuando ya estoy mejor, vuelve la mujer de luz y me lleva con ella en coche. De pronto noto un olor familiar y debe ser que ella sabe porque me mira mucho y sonríe. Por fin para, y lo que veo me dan ganas de correr, aunque no puedo.
Estoy en casa, camino, camino, camino, nado, nado, respiro por fin y mi cuerpo pálido y cansado se llena de escamas.
Cuento fantástico y genial que interpreto como morir y volver a nacer reencarnado en otra especie. He comprendido algo? yo al menos, así lo veo.
ResponderEliminarFelicitaciones.
Un abrazo.
Muy bonito ciertamente, con muchas interpretaciones.
ResponderEliminarPara pensar un poquito y darle alguna que otra vuelta.
Un saludo.
Me parece que noas has pillado a todos... Tú ¿por qué interpretación te decantas?
ResponderEliminarDelicioso
Pues sería un destripe contar mi versión, a mi lo que me gusta es que salió solo, la musa se apoderó de mi que quería escribir algo distinto y salió esto. Pensando en como sería despertar y no solo no reconocer a nadie sino no entender el idioma... luego pensé ¿y si hablara el lenguaje de los delfines? por ahí va la cosa... es un ser venido de otro lado que afortunadamente da con una luz que le ayuda. Por eso las descripciones que hace son vagas, porque el lenguaje humano no es el que maneja. En fin, lo que más me gusta es que cada persona que lo lea vea algo diferente o lo mismo, independientemente de lo que vea yo. Eso es la maravilla de escribir y de leer.
ResponderEliminarUn abrazo: Moderato, Luisa, Depropio!
A mí me sugiere un anhelo de retorno al origen de todo. Quizás porque ninguno encontramos nuestro hogar en esta tierra.
ResponderEliminarInteresante relato. Un recrearse en el nacimiento y la muerte. Alguien sin norte, sin razones... Me ha gustado. Sobre todo, ese final repleto de magia.
ResponderEliminarBesosss
Me ha gustado mucho como has llevado la intriga hasta el final, atrapándonos en las redes que tal vez hayan atrapado también al protagonista. Abrazos.
ResponderEliminarLa sirenita debió tener esa sensación cuando decidió, ¡al fin!, volver a casa....
ResponderEliminarMuy visual. Como una película que pasa ante nuestros ojos. Como la vida. Las vidas. El nacer, morir y, tal vez renacer.
ResponderEliminarMe gustó.
Par de abrazos.
Me ha gustado mucho, Ana.
ResponderEliminarMe intriga la mujer con pelo de luz.
Me he alegrado de verte la cara.
Un beso.
A mi me encanta como vas creando ese clima de intriga y te dan ganas de seguir leyendo. Si escribieras una novela sería de esas que enganchan y no te sueltan hasta el final. Un besito de luz.
ResponderEliminarMe ha pasado que según iba leyendo tu relato, iba cambiando mi idea de la protagonista, un psiquiátrico, un sanatorio, un bebé, una sirena, una reencarnación.
ResponderEliminarCreo que es todo y no es nada de eso, pero aún así me siento fascinado con el texto.
Un abrazo admirado y meditativo
Un espíritu en el cielo equivocado :) Me pareció interesante, intrigante y precioso el relato, especialmente el final cuando el mar y su criatura se encuentran, me encanta como escribes Anita.
ResponderEliminarCRISTINA, me gusta tu idea "ninguno encontramos nuestro hogar en esta tierra"
ResponderEliminarMARIA COCA, otra interpretación que me gusta, este relato ha salido de dentro y a cada uno le sonará algo diferente o igual.
MAITE, me atrapo en las redes de tu comentario.
JOSE FRANCISCO, pues imagino que si, al menos la sensación de que le respire todo el cuerpo al entrar en el agua, no?
LOLA, eso intenté, que fuera visual y un poco etéreo, si tu crees que lo he conseguido, más alegría para mi.
TORCUATO, lo de la mujer de luz... es por la manera de definir las cosas de la protagonista, el color de la luz... además es quien la ayuda a volver, alguna luz tiene, o así la imagino yo...
Lo de mi cara, pues ya era hora, verdad?
RELATADA, lo de la novela ojalá llegue algún día y ojalá sea como dices, pero este relato más largo me alegro que se haya podido leer.
BICEFALEPENA, qué bueno, yo según fui escribiendo fui cambiando también, no como tu, pero el relato fue tomando forma él solito. A mi me fascinan tus comentarios.
ARTISTALIGHT, si, eso pienso yo, que se equivocó al llegar y por eso tuvo que volver. Me miras con muy buenos ojos :)
Abrazos de mar
Por cierto, es un placer que te reciban con una sonrisa tan poco contenida como la tuya...
ResponderEliminarUn abrazo
Podrías hacer un cortometraje con esta historia...
ResponderEliminarMe encantó Anita, cada lector tiene derecho a su interpretación . Es riquísimo. Coordino un taller de literatura muy humilde que ahora está en vacaciones. Sin duda este cuento es ideal para el taller. ya me los imagino 'peleándose' por dar su opinión. Cuando lo trate te comento resultados.
ResponderEliminarUn beso.
BICEFALEPENA, esa sonrisa fue un día feliz, pero normalmente las gasto parecidas. Mil gracias por darse usted cuenta!
ResponderEliminarMANUESPADA, lo mio de momento no son los cortos, pero eso supongo que quiere decir, que "lo has visto" y eso me encanta.
PATRICIA, uf, me encantaría... y si pudiéramos hablar más de ese taller por email o algo me haría feliz que me contaras más, vengo hace tiempo con la idea de hacer uno para gente que quiera compartir escritura, un espacio común de aprendizaje y compartir...
Abrazos sonrientes
En estos días te envío email Anita, es una experiencia preciosa.
ResponderEliminarRetribuyo tus abrazos de sol.
Intrigante historia. Me hace sentir la tensión y el miedo de no comprender nada y el final, lejos de traquilizar, me resulta más inquietante.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
Me gusta pensar que es una sirena hominizada. Es un microrrelato muy bueno, con fuerza aunque tal vez podría recortarse un poco para no correr riesgos con aflojar al tensión.
ResponderEliminarY lo que dice Manu es muy cierto.
Es inquietante, pero no abandona la esperanza. Muy bueno, Ana.
ResponderEliminarBesos.
Felicidades, Ana. Es una maravilla.
ResponderEliminarMe ha enamorado precisamente por el misterio, por las imágenes nítidas pero inciertas, por el vértigo en que nos dejas, por fin, al final.
Y digo "por fin" por ser vos quien sois, que siempre te gusta entender o explicar un texto hasta destriparlo, ja,ja,ja,ja...
Ya te he dicho que yo no necesito entender un texto para que me enamore. Necesito, simplemente, que me enamore. Y este me ha enamorado... por todo. Es delicioso.
Mi sombrero.
Besos con escamas.
PATRICIA, cuando vuelvas de tus merecidas vacaciones.
ResponderEliminarCYBR, releyendo, yo tampoco comprendo nada ;)
BAIZABAL, si, el trabajo de recorte vendría después, pero me gustó como quedó tan directo de la musa.
DAVID, no abandona la esperanza, y encuentra alguien que le ayuda, es importante en momentos confusos.
KUM*, mmm ¿te refieres a otros textos o a la explicación que dí en los comentarios? ¿explico demasiado en los relatos? uy, pues no lo había pensado... gracias por venir a mi casa a enamorarte, a mi me pasa cuando voy a la tuya.
Abrazos con escamas
Vaya, me expliqué fatal. En absoluto pienso que expliques demasiado en tus relatos. Para nada. Sólo me reía de tu costumbre de preguntar y preguntar, de indagar hasta que entiendes un relato ajeno. Por eso me hace tanta gracia que hayas escrito uno que no puedes explicar ni tú.
ResponderEliminarEl tercer párrafo de mi comentario no se refiere a tí específicamente. Hablo en general.
En fin, menudo desastre ja,ja,j,aj,a
No hagas caso. Sólo al beso.
Besos trastabillados.
Uy Kum* he conseguido que expliques y destripes aquéllo que no entendía. Este comentario tuyo vale su peso en oro, ja ja ja
ResponderEliminarRiámonos siempre, vale?
Un abrazo y un beso o dos
Maldita!!!!
ResponderEliminarja,ja,ja,ja,ja...