Ilustración de Juan Luis López Anaya que formará parte de Colaboraciones III
Aquí podéis ver Colaboraciones y Colaboraciones II
Mi vecino ladra. Lo normal: cuando pasa un coche, cuando se oye el ascensor, con el tintineo de las llaves o si hay algún portazo.
Él me saluda con un cordial buenos días cuando nos cruzamos en el edificio, incluso me pregunta por mi madre enferma; pero cuando llega su mujer escucho de lejos como la husmea y ladra para que ella le tire la pelota. Luego salen a pasear.
Él mira al suelo. Ella aúlla a la luna.
Tengo que darle otra vuelta, me pillas espeso y no lo veo.
ResponderEliminarLas que quieras, si no lo ves es que algo no está bien.
EliminarBesos
Ya sé porque no lo entiendo. Son las 08:50 (una menos en tu casa) del 12/12/12 y en el encabezacimiento de la entrada pone Jueves 13 de diciembre. Normal, yo no estoy preparado para leer el futuro.
EliminarMe ha gustado mucho, Ana. Quizás no es tu registro habitual, pero últimamente estás sorprendente. Además, tienes un acierto muy complicado de obtener: conviertes en creíble que el vecino ladre, simplemente diciendo «lo normal». A partir de ahí, te compramos lo que nos vendas.
ResponderEliminarUn beso.
Si yo te contara lo que hacen mis vecinos, Fernando... los chinos que dicen tacos en español, los que ladran, los que... en fin, mejor me callo.
EliminarUn beso
Me gusta mucho, sobre todo, por lo real. Si fuera película sería una especie de corto de "Ladrón de bicicletas". Que pena de vidas.
ResponderEliminarEso, qué pena... si es que nadie es quién quiere ser...
EliminarBesos
Y yo aportaría que a veces en el ascensor, hay gente que en vez de saludar, pues eso, aúllan...En fin.
ResponderEliminarDificilillo tu relato pero atrevido. Me gusta eso de que ella aúlle a la luna.
Besicos( guau, guau)
...Y el dibu, muy bueno. Habrá que empezar a preparara Colaboraciones III para Jualu. Besicos para ti también.
EliminarEs que vivimos en un mundo perro o en un perro mundo...
ResponderEliminarUn relato delicioso, Anita Dinamita...
Vivimos como podemos o como queremos? Pero vivimos
EliminarAbrazos
Me encantó el micro, tan real como la vida misma, menuda pareja.
ResponderEliminarVengo del blog de Juanlu, paso a saludarte y dejarte constancia de que me gustó mucho mucho.
Un saludo :)
Gracias, Nieves, si vienes de allí has seguido la senda de baldosines amarillos, seguro.
EliminarUn abrazo
Anita, te he seguido el rastro desde el blog de Juanlu, como ese vecino tuyo, husmeando tras la puerta. Espero que no te importe que me quede por aqui. Me encantó lo bien que os ha quedado la historia, que esa extraña pareja.
ResponderEliminarBesos.
Yashira, quédate todo lo que quieras, mi casa es tu casa.
EliminarUn abrazo
Anita, por lo menos sabemos quién manda. Aunque el vecino también parece amable.
ResponderEliminarEn este vecindario la gente parece muy amable. Parece ;)
EliminarAbrazos
Buah, es una de esas historias, Ana, que yo querría para mí. Para mí como escritor, claro; que de correr aguanto poco, ni que sea detrás de una pelota que me tirara mi mujer, que tampoco tengo. Me gusta mucho tu historia, mucho.
ResponderEliminarAbrazos,
Gracias!!! Menudo halago, Miguelángel, con lo bien que tú escribes. No dejes que tu mujer te tire un palito, que a eso no hay quien se resista.
EliminarUn abrazo
A veces la apariencias engañan y él por ser ladrador es poco mordedor y ella, en cambio, su silencio se convierte en aullido.
ResponderEliminarMordaz tu historia ana, reflejando aquello que crea controversia.
besos de gofio.
Que triste realidad,te felicito Ana muy bien contado ,resumido pero dice mucho..besos
ResponderEliminarhola me gusta el blog pasate por el mio
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