O sea que el portazo NO terminó con un silencio. Bien, eso esta bien. Conclusión: hay que intentar que, después de los portazos, no haya silencios, siendo una opción genial: el ruido de los pájaros, pero vale cualquier cosa.
Claro, el silencio tenía un momento y un lugar, luego están las risas, los pájaros y la vida. Y habrá más silencios, pero serán distintos. Un abrazo enorme, Luisa... me encanta verte por aquí en estos días!
También puede entenderse que el silencio pudo con el portazo que por tanto no se oyó. Y encima del silencio se oyeron los trinos, como si nada pasara. Un abrazo, Ana.
Me sugiere un silencio tenso previo al portazo y tras él, la calma, reflejada en el alegre trinar de los pájaros. Pocas palabras que dicen mucho. Me ha encantado, Ana.
A veces es silencio exterior no es más que la imagen del ruido interior que no se atreve a salir. Darle un portazo es lo mejor. Y que canten los pájaros. Me encanta. bss
Ya decía yo... Suena muy bien.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Si, suena bien, el portazo da hasta gusto si luego vienen los pájaros...
EliminarCreo que les escucho cantar....
ResponderEliminarSi, tiempo al tiempo
EliminarAbrazos
O sea que el portazo NO terminó con un silencio.
ResponderEliminarBien, eso esta bien.
Conclusión: hay que intentar que, después de los portazos, no haya silencios, siendo una opción genial: el ruido de los pájaros, pero vale cualquier cosa.
Claro, el silencio tenía un momento y un lugar, luego están las risas, los pájaros y la vida. Y habrá más silencios, pero serán distintos.
EliminarUn abrazo enorme, Luisa... me encanta verte por aquí en estos días!
Me alegro de que los pájaros canten. ¿Has probado a escribir esto en forma de Haiku?
ResponderEliminarLo pensé, pero tenía muy claras las frases
EliminarSe fue el silencio
tras oir el portazo
cantan pájaros
Solo para ti, Fernando :)
Abrazos
Si es que hay puertas que cuando se cierran abren ventanas.
ResponderEliminarBuen nanorelato.
Una perta.
Menos mal que se abren ventanas... lo malo, dicen, es el tiempo que pasas en el pasillo.
EliminarUn abrazo
Qué bonita pareja de gorriones. El silencio si es roto por el canto de los pájaros da gusto.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
El silencio lo rompió el portazo, pero los gorriones cantan después para recordarnos que estamos vivos.
EliminarAbrazo indio
También puede entenderse que el silencio pudo con el portazo que por tanto no se oyó. Y encima del silencio se oyeron los trinos, como si nada pasara.
ResponderEliminarUn abrazo, Ana.
Cada uno le pone voz a lo que lleva dentro o a lo que le resuena, eso es lo bonito de leer.
EliminarAbrazos
Siempre vuelven a cantar los pájaros, siempre hay un renacer.
ResponderEliminarBesos.
HD
Siempre, Humberto, menos mal
EliminarMe sugiere un silencio tenso previo al portazo y tras él, la calma, reflejada en el alegre trinar de los pájaros.
ResponderEliminarPocas palabras que dicen mucho.
Me ha encantado, Ana.
Un beso.
Si, un portazo o viene precedido de gritos o de un tenso silencio.
EliminarUn beso
De vez en cuando, viene bien dar un portazo...
ResponderEliminarY si suenan trinos después, buena señal.
Besicos de puertas abiertas,guapa
Y tanto que viene bien, Carmen!
EliminarBesicos de puertas y ventanas abiertas
Me recordó a la adivinanza de La vida es bella, pero mas rotundo. Enhorabuena. Abrazos.
ResponderEliminarNo recuerdo la adivinanza... tendré que ver la película otra vez.
EliminarAbrazos
A mí me ha hablado del final de un desamor compartido. Doce palabras que me regalan una historia larga, Anita.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si de eso te ha hablado yo me callo... a veces el desamor no es compartido y es peor.
EliminarAbrazos
Ellos siempre continúan allí, sin que el tifón de las emociones humanas les afecte...
ResponderEliminarSaludos
J.
Qué bueno que siempre estarán los pájaros.
EliminarUn abrazo
Que historia tan larga encierran esas dos frases.
ResponderEliminarSi, hay frases que encierran grandes historias, solo hay que mirar para verlas desarrollarse.
EliminarAbrazos
A veces es silencio exterior no es más que la imagen del ruido interior que no se atreve a salir. Darle un portazo es lo mejor. Y que canten los pájaros. Me encanta.
ResponderEliminarbss
Si, claro, el silencio exterior no es el mismo que el interior, ojalá. Por eso termina con un portazo... y menos mal!
EliminarUn abrazo grande
Chispas.... Un beso.
ResponderEliminarUn beso Jaquete!!!
EliminarBien Anita, es como si todo volviera a su curso, a su tiempo luego de una fuga.
ResponderEliminarBueno, a su curso o a otro curso, no? pero todo vuelve a rodar
EliminarAbrazos
Si después cantan los pájaros, eso es bueno.
ResponderEliminarBesitos
Si, los pájaros, si se pueden escuchar, yo creo que es buena señal.
EliminarUn beso
Es que, pese a los sobresaltos, la naturaleza sigue su curso.
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