Cuando la niña nació, su familia las abandonó en el mismo hospital. La pequeña era de color azabache, ella y su marido de piel blanca. Lo ocultó durante nueve meses para demostrarles a todos, después de años de humillación, que el estéril era él.
*Con este relato he participado y he sido abatida en el I Concurso de microjustas literarias de Ocio Zero, con el tema Secreto
Por cierto, la historia es real, parte del anecdotario familiar.
ResponderEliminarEs lo que tienen estas vicisitudes cromáticas.
ResponderEliminarSaludos.
La realidad supera a la ficción. Buena justa. Yo me estoy quedando atrás!!!! ¿cómo haces para llegar a todo? debe ser un problema mio de gestión del tiempo, jooorrrrrr
ResponderEliminarEntiendo que su familia era él. Un plato frío de otro color.
ResponderEliminarBesos.
¡Qué triste!!! Siempre pagan justos por pecadores, sin duda unos pescados fríos...
ResponderEliminarUn chasco, el del marido, claro, y un relato bonito.
ResponderEliminarDice que 'la familia' abandonó a la niñita.
ResponderEliminarEspeluznante.
No estoy participando de estas 'justas' en las que te deseo lo mejor.
Joer, qué venganza.
ResponderEliminarPor cierto, lo de abatida me ha llegado al alma. Casi me han dado ganas de salir corriendo a recogerte.
Abrazos
¿Por qué lo abandonaron en el hospital?.... tendría que haber sido valiente y criarlo para vergüenza de los otros. Pero si es real...así sería.
ResponderEliminarNo siempre se puede ganar. Lo importante es disfrutar escribiendo.
Besos
Fortu dijo.... jeje anonimo soy yo
ResponderEliminarLas mujeres somos jodidas para vengarnos.
ResponderEliminarNo las dejaron solas. Se tenían mutuamente.
Las venganzas son muy malas, lástima que paguen justos por pecadores.
ResponderEliminarAbrazos
A la niña no la abandonó su madre, fue a las dos que las abandonaron. Es una anécdota que contaba mi abuela, a la pobre mujer de la historia la machacó durante años su familia política porque no era una buena mujer, no daba hijos. Después de unos añitos aguantando el temporal, se quedó embarazada y todos contentos... hasta que nació. Cuando alguien le preguntó ¿pero mujer, negro tenía que ser?, ella contesto: precisamente.
ResponderEliminarGracias a todas y todos, especialmente a Alberto por recogerme tras el abatimiento ;), pero también a Hugo, Maite, David, José Francisco, Ignacio ¡bienvenido!, Fortu y Malena.
Abrazos de colores
Por cierto, si el tema hubiera sido la venganza, como que pegaba más, no?
Me gustó mucho la forma, muy triste el fondo.
ResponderEliminarLos caballeros buenos en las justas no solían serlo en las batallas reales.
Qué bonito...
ResponderEliminarlástima que fuera real porque -si lo contaba tu abuela- tuvieron que ser tiempos muy duros para madre e hija.
De todos modos, seguro que lo superaron y habrían sabido agradecer este reconocimiento posterior.
Besos
A mi me gustó mucho la forma y el fondo, Ana. Si hubiera sido la venganza, pegaba igual.
ResponderEliminarBesos,
Una triste historia, sólo me alegró que madre e hija quedaran juntas, abandonadas pero juntas.
ResponderEliminarMuy contundente, por lo menos madre e hija estaban juntas.
ResponderEliminarSuerte para el próximo concurso.
El micro machaca de un golpe esa presuntuosidad de algunos hombres que no aceptan sus limitaciones.
ResponderEliminarBesos de colores.
Te han tumbado pero este micro es perfecto. En su ritmo, estructura y final. Me encantó.
ResponderEliminarBesos, Ana.
Ush! Fuerte... mucho! Terrible la situación y la trivialización que se la da a una pobre vida humana, pero ante todo, muy bueno!
ResponderEliminar