Pasamos muy cerca el uno del otro, demasiado rápido, también; pisamos la línea continua y nos destrozamos, mutuamente, los retrovisores. Desde entonces ninguno ha podido volver a mirar atrás.
Muy bueno Ana, esa imagen de los retrovisores que a la vez dejan entrever mucho más allá, esa confrontación entre dos seres que ya no pueden volver a ser los mismos. Un abrazo.
El pasado no se olvida, pero mirar atrás es cambiarlo y hacer un presente pasado que no es tiempo verbal ni vital. Creo, que no sé nada de esto. Besos, Luisa.
Tengo una idea al respecto, de los espejos y de romperlos... pero igual ya está escrita. El mundo lleno de cristales en los que se refleje la luz. Besos
Dejas demasiados caminos abierto como para no mirar atrás, demasiadas lecturas como para no echar un ojo al retrovisor, aunque sea al de dentro. Precioso. Besos!!!
Muy bueno Ana, esa imagen de los retrovisores que a la vez dejan entrever mucho más allá, esa confrontación entre dos seres que ya no pueden volver a ser los mismos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dos seres que pueden vivir ahora, que con los retrovisores ya se sabe ;-)
EliminarAbrazo, Yashira.
Todo... en su justa medida, la más difícil de ellas.
ResponderEliminarNi mirar todo el tiempo para atrás, ni olvidarse de todo lo pasado.
La imagen de los retrovisores es muy buena. Y da como para pensar un poco. Ya te digo.
El pasado no se olvida, pero mirar atrás es cambiarlo y hacer un presente pasado que no es tiempo verbal ni vital. Creo, que no sé nada de esto.
EliminarBesos, Luisa.
Eso que salieron ganando. Había que romper todos y llenar el mundo de cristales.
ResponderEliminarTengo una idea al respecto, de los espejos y de romperlos... pero igual ya está escrita.
EliminarEl mundo lleno de cristales en los que se refleje la luz.
Besos
Mmmmmm muy sugerente, muy lírico, muy potente.
ResponderEliminarMuchas gracias, Miguel Ángel. Ya sabes que no me suelo ir por las ramas jiji.
EliminarAbrazo
Dejas demasiados caminos abierto como para no mirar atrás, demasiadas lecturas como para no echar un ojo al retrovisor, aunque sea al de dentro. Precioso.
ResponderEliminarBesos!!!
Así, en abierto y sin retrovisor... igual es un relato descapotable.
EliminarBesos Juancho!!!
un amor rompedor
ResponderEliminarUnos rompecorazones.
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