domingo, 30 de marzo de 2014

Escorzo

Ilustración: Corazonada de Fernando Vicente

La conocí un día que subí a la tercera planta a hacer fotocopias. De pie, junto al perchero, lloraba Dolores, la de contabilidad. Se le notaba de un simple vistazo, ella vivía con el corazón a flor de piel, y lo mismo quería a un pájaro que cantaba en la ventana, que ponía su alma en un informe de gastos. Dejaba los balances en la mesa de su jefe como quien deja a alguien a quien aún ama. Y desde aquel día hago fotocopias a diario, solo para ver brotar sus lágrimas de tormenta de verano.

13 comentarios:

  1. Pues en mi empresa se iba a hinchar a llorar.

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  2. ¡Ha sido un microrrelato precioso! Muy triste pero al mismo tiempo muy bien narrado. Pobre Dolores...

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    1. Cada uno elige lo que quiere vivir, a ella le pusieron ese nombre, pobre. Pero mejor que Angustias, ya es.
      Un abrazo

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  3. Holaaa, nos encanta tu forma de escribir, parece muy natural, nos encantaría que mirases nuestro blog y nos dijeseis (Todos, seguidores y escritor/a) qué tal está: http://etereopensamiento.blogspot.com.es/ agradecemos todos los comentarios y consejos y si queréis colaborar seréis bien recibidos.
    Muchas gracias: Clara, Miguel y Paula

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  4. Dolores vive, como su nombre nos los dice, entre dos de ellos.

    Saludos

    J.

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    1. Efectivamente, entre los que pilla a su paso. Cualquier dolor es bueno para seguir viva.
      Un abrazo

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  5. muy bueno tu blog, mrs. dinamita. Soy nuevo y no encuentro un boton para seguir tu blog xD pero me guardo la direccion. abrazos!

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Si quieres, deja tus huellas al andar por mi casa.

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