sábado, 7 de septiembre de 2013

Con la luz apagada




Que si te puedes quedar a dormir, preguntas, y te dicen que sí, pero que tienes que compartir cama con un amigo que llegó primero, que no hay más camas, y que seguro que no le importa. Y entras, y resbalas bajo la sábana, con una camiseta y unas braguitas, porque hace mucho calor; te pegas a tu lado y ni le tocas. A mitad de noche os rozáis entre sueños y de la piel con la piel ya se sabe; el roce se hace presencia, y la presencia besos y jadeos. Y cuando todo termina te invade un sopor y caes de nuevo en el sueño, hasta que la luz entra en la habitación blanca y puedes mirarle, pero él ya no está; tampoco en la casa, y a ti te avergüenza preguntar. 

Desde entonces, caminas por la ciudad y miras a todos sin saber si alguno será él, o si él te sabrá.

*******

Miguelángel Flores, del blog Eternidades y Pegos escribió una segunda parte para esta historia. No dejes de leerla, para ello pincha la foto:

26 comentarios:

  1. Si esta primera parte me ha parecido bella, la segunda no menos.
    Os felicito a los dos por este ejercicio generoso, placer para los que os leemos.

    Recibe mi saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Anna!
      No sé si es generosidad o lo contrario esto de compartir la escritura :) Amor al arte desde luego.
      Besos

      Eliminar
  2. No estropees el recuerdo encontrándolo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que ya es imposible jajaja, que me lo digas tú tiene guasa ;)
      Besos

      Eliminar
  3. Fantástica historia, en dos actos, escrita a cuatro manos (como tenía que ser, je je).

    Mis felicitaciones a ambos.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estas cosas a cuatro manos mucho mejor, y las de Miguelángel son buenísimas compañeras.
      Abrazos

      Eliminar
  4. Estupenda historia, voy a por la segunda parte.

    Muy ingeniosa Anita.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Yashira, sí que es una buena historia, que da pie a mucha fantasía.
      Besos

      Eliminar
  5. Que linda historia. Me voy a leer la segunda parte.

    Saludos

    ResponderEliminar
  6. Ha sido divertidísimo, Ana. Seguirte, preparar la entrada juntos. Me ha encantado conocerte un poco más. Y has hecho que me reenamorara de esa manera tuya anavidaliana de contar las cosas. De corazón, ha sido un placer hacerlo contigo. Y me alegro de haberte dejado yo también a ti satisfecha. Habrá que repetir, sin duda.
    Un abrazo con toda luz

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay, Miguelángel, que con la luz apagada y todo se me encienden los colores. En serio, me ha encantado compartir esto contigo, que tomaras el guante y continuaras la historia, que la hayas hecho tuya. Claro que hay que repetir, la próxima te dejo que propongas tú.
      Abracísimos!!!

      Eliminar
  7. Esos amores fugaces, desconocidos que aún se buscan.

    ResponderEliminar
  8. Una historia mu intereante y que me ha dejado con esas ganas de leer la continuación, así que para haya voy.
    Me alegra volver a leerte.
    Besicos muchos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De esas historias que no ocurren a diario, afortunadamente.
      Un beso

      Eliminar
  9. Me gusta tu "primera parte", Anita. Es de las que le suben la tensión al lector.

    Un abrazo.

    Me voy a leer a Miguelángel.

    ResponderEliminar
  10. Sean eternas las búsquedas, que supimos conseguir...

    Saludos

    J.

    ResponderEliminar
  11. Siguiendo las instrucciones de Miguel Angel, he llegado hasta aquí para leer esta bella historia, sensual y sensitiva ¡mucho!.

    No me extraña que busque y busque por las calles de la ciudad, después de esa atmósfera tan bien narrada. Creo que me voy apor la segunda parte ¡a ver qué ocurre!.

    Besos Ana, ¿sigues haciendo esas fotos que hacías todos los amaneceres? ...(eso se me quedó muy grabado y me pareció una excelente forma de empezar el día) Entre tú y yo...lo he empezado a practicar como terapia de regreso a Setiembre. :)

    Un abrazo y un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que vengas, Laura. Sobre las fotos, sí, sigo con ellas ahora que retomo el horario escolar. Es una buena terapia, verdad?
      Un abrazo y otro beso para tí, guapa.

      Eliminar
  12. El anhelo es el mejor motor que ha existido jamás para la vida humana...

    Saludos!

    J.

    ResponderEliminar
  13. Me gusta el relato, sobre todo por ese final "si alguno será él, o si él te sabrá". Me has llevado a "El beso", de Chéjov, donde un oficial "muy simple" recibe por error un beso de una joven en una habitación oscura, y todo lo que desencadena en la imaginación a partir de ese momento, sin llegar a saber nunca quién le besó.
    Ana Vidal y Antón Chéjov, dos grandes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jo, tengo que leer ese cuento de Chéjov, a ver si lo tengo en mi libro de cuentos... Gracias!!!

      Eliminar

Si quieres, deja tus huellas al andar por mi casa.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...