Ya no hay otro nombre, los relatos ReC que no llegan, son despojados, y pronto ese nombre dará de qué hablar, tiempo al tiempo.
Estos son los míos de hace unas semanas:
Ecos
—Que se arrime un poco más al borde de la cama y se levante el camisón
¿Es que no oye, abuela?
Pero la abuela hace un rato que ni oye ni escucha. Que solo ve las hojas
moverse por la brisa suave de la primavera, las estrellas brillantes sobre las
balas enormes de paja y el granero donde se encuentran cuando se escapa por la
ventana con la escalera de mano. Y ahí espera, mientras se quita las briznas de
hierba enganchadas, hasta que aparece y le pide que se desnude para él.
En serie
Que se arrime un poco más al
borde de la cama, le dice el comisario, que ahí es donde debía estar colocada
cuando la apuñalaron. En ese momento ve algo en el suelo, bajo la cortina, pero
no dice nada. Se queda sentada hasta que él sale de la habitación, entonces lo
recoge. Es su pintalabios rojo, el que busca desde hace meses. Se acuerda de
que las víctimas llevaban los labios pintados. Se da cuenta de que ella será su
objetivo pronto. Su destino. Solo puede ser él. Por fin. Y decide esperar.
Solo queda eso en muchas ocasiones. Esperar.
ResponderEliminarDos relatos que en el fondo comparten tema pese a la gran diferencia de formas.
ResponderEliminarUf, qué desasosiego....
ResponderEliminarMe encantan, Anita.
Un besote
Son muy buenos, Anita; lo que no hace más que reafirmar mis dudas acerca de la capacidad del jurado para elegir entre tanto en tan poco tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.
relatos REC, muy buenos! una manera particular de describir dos historias que son una.
ResponderEliminarSaludos
Ecos de amores mozos, recuerdos que permanecen que has contado muy bien. Si los pajares hablaran...
ResponderEliminarEn serie no me convence mucho. Solo el final abierto, no se sabe si se dejara matar o será la suya.
Si te apetece compartir tus micros con nosotros, échale una ojeada a esto.
ResponderEliminarhttp://280ypunto.blogspot.com.es/
Un saludo