Marisa trepanó el cerebro de Aurora, su gemela, con el taladro de papá, cuando este salió del taller para clavarle el cuchillo a mamá. Esta vez se lo tenía merecido, por echar agua hirviendo a la abuela para limpiarla a fondo. Que no se dejaba desde hacía días era su excusa. La de Marisa, que Aurora siempre sacaba mejores notas en los exámenes y quería quedarse con su cerebro. Y la mía, bueno, yo estaba harto de tanta sangre en el tazón de los cereales y siempre había preferido el olor a humo, aunque luego me pasara toda la tarde limpiando.
Uffff menuda familia...
ResponderEliminarMe gusta que lo cuentas como si fuera algo natural, algo que pasase todos los días en cualquier casa.
Besos desde el aire
Ah, ¿y no es así?
EliminarBesos marinos
jope, no??
ResponderEliminarYa, Luisa, es que tocaba una familia asesina para variar... inspirada por los últimos ReC y Wonderland.
EliminarAbrazos
Y encima la gente me llama psicópata, como si no tuviera razones.
ResponderEliminarMe encanta tu lado negro. Un beso.
Hay que cultivarlo, verdad?
EliminarUn abrazo
Eres la bomba, como buena dinamita...
ResponderEliminarBesoss
Vaya, la bomba entonces soy yo. No lo tenía claro.
EliminarBesosss
Me encanta, Anita. La voz narrativa... ¡muy muy bueno! Ojo al piojo que hasta me caen simpáticos, eh.
ResponderEliminar¡Saludos siempre admirados van!
Pues si, es que son tan naturales en esto de asesinar...
EliminarAbrazos
¡Gore, que eres una gore!
ResponderEliminarMmm gracias!! Solo pretendía eso.
EliminarUna abraçada
Como sigas creando relatos de familias anodinas, te vamos a dejar de leer. No pasa nada en el texto, pedazo de aburrimiento...
ResponderEliminarUn abrazo
Es la primera vez en mi vida que he valorado positivamente la horfandad, Anita.
ResponderEliminarMe gusta tu humor negro-negrísimo.
Un abrazo,
Vaya genética tienen.
ResponderEliminarTorres contra reinas...nos van a quitar el trabajo,jijiji.ludopatia ludopatia,
ResponderEliminarQué majos, ves, qué lejos se llega haciendo el bien por los demás?
ResponderEliminarPero majos, majos. Y resolutivos!
Un abrazo.