Fotografía: Drinking tea in London during the blitz
La marquesa salió a las cinco, ataviada con su gabardina y su pañuelo en la cabeza, que bien le gusta que la miren. Pero no encuentra a la criada, ni la tetera, el agua está sucia y no hay posos con buenos presagios que recalentar. Se bebe los viejos, los de bombardeos y pérdidas, los de que él se fue y no vendrá más.
Me gusta que se beba los viejos presagios.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Cuando no queda más té que calentar, no hay otra, Rosa.
EliminarUn abrazo marino
Probablemente en el hospital mental tengan la opinion que es mejor mantenerla en la realidad de sus recuerdos inflandolas a pastillas porrque ya nada se puede hacer
EliminarAnita, tu marquesa, entre basura, ruinas o escombros, siempre parecerá una marquesa...
ResponderEliminarMe ha encantado el doble sentido de las imágenes empleadas; cuanto más elegante y clasista, más triste y deprimente la comparación. Muy conseguido el micro.
Un besoooo.
Me encanta esa imagen del último te, o del te que queda cuando no queda nada.
ResponderEliminarSaludillos
El té sigue siendo té, aunque sea entre escombros. Los recuerdos adornan y recrean la escena, esa memoria profunda que da sabor a cada sorbo. Te has metido en las entrañas de la imagen. Enhorabuena.
ResponderEliminarSiempre hay que buscar agua fresca..
ResponderEliminarUn té amargo de vida dura. Muy buen micro. Un placer leerte.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Trago amargo el que le queda, sentada sobre los restos de lo que fue.
ResponderEliminarAbrazos.
Al menos le queda el marquesado de su vida, ¡que no es poco!. Me gustó mucha el juego de consonancias entre imagen y palabras. Un abrazo
ResponderEliminarHace mucho yo tuve mi casa así destruida, mi ciudad destruida, mi mundo destruido, no sé cómo pude reconstruirlo en aquel momento, pero lo hice y creo que ese bombardeo fue necesario. Claro, así se ven las cosas después.
ResponderEliminarUn beso.
HD
¿Y dónde estará la descocada de la criada?
ResponderEliminarSaludos
J.