Primera
campanada, como un disparo. El príncipe grita, del susto ella se tira
la ensalada de remolacha en el vestido, pero ya es tarde
para disculpas.
Segunda,
tercera, cuarta, echa a correr escaleras abajo, ni se da cuenta de que
le falta un zapato.
Quinta,
sexta, séptima, la gente la mira con horror, pero ella no puede pararse a
pensar.
Octava,
novena, en última instancia, para qué quiere esos zapatos de cristal que
le llevan haciendo daño toda la noche.
Décima,
undécima, se quita el otro zapato y corre lo más rápido posible.
Duodécima, el
vestido manchado de rojo, descalza, y desorientada en la carretera que lleva
al pueblo.
«Me haré
cargo de tu defensa», dice su abogada, como si tuviera una varita mágica.
«Hasta que aparezca el asesino y el arma del crimen, haremos que esto parezca
un cuento de hadas.»
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Relato escrito para el concurso de Microrrelatos sobre Abogados del mes de enero
Si alguien es capaz de hacer milagros en esta vida, esos son los abogados.
ResponderEliminarNo se si te lo he dicho alguna vez, pero pasate por aquí cuando quieras.
http://yderepentesonounbang.blogspot.com.es/
Besos.
Olé!!!!
ResponderEliminarSiempre sorprendiéndome, niña. Y la foto de las que particularmente me encantan.
Retoma, que nos haces mucha falta en este mundo de blog, al menos a mí. Muas!!!
Qué bueno anita....no tengo más que decir. a veces no hace falta decir más.
ResponderEliminaréste es de los que uno recuerda, Anita.
ResponderEliminarUn beso.
HD
Mola. Remolacha era una de las palabras obligatorias, ¿no? Repito: mola.
ResponderEliminarGenial! aunque ya te digo, últimamente me das miedo. Me encanta todos los elementos utilizados y cómo le dan cuerpo y dificultad a la defensa del hada, esa sangre en el vestido será difícil de defender, jejejeje.
ResponderEliminarUn besazo!
Pero ¿las abogadas no son las brujas malas?
ResponderEliminar¡Qué bueno, Anita! Soberbio manejo de la intertextualidad para encajar todas las palabras.
ResponderEliminarUn abrazo,
Más o menos como está ocurriendo en la vida real con tantos personajes de nuestra sociedad española. Requetebueno.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Cierto, los abogados tienen esa habilidad de lograr que todo parezca un hermoso cuento... Claro que, en tu caso, los superaste con creces...
ResponderEliminarSaludos
J.
Vaya, los abogados son los gestores de los cuentos de hadas. Saludos.
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