Al principio elegías los pasillos de novela histórica,
aparecías con el traje de poliester y la espada de plástico, dispuesto a luchar
contra mi cinturón de castidad. Yo me inclinaba más por las románticas y te
esperaba con la lencería de encaje rosa palo. Después, ambos caímos en la narrativa
extranjera, yo te susurraba I love you y tú me decías Я люблю вас много. El
sexo ganó en intensidad y perdió en tiempo cuando pasamos a la sección de relato
y microliteratura.
Últimamente te ha dado por los
diccionarios enciclopédicos y aunque cada día es diferente, empiezo a aburrirme
de saberlo todo de ti.
:) curiosa forma esa de amarse según nuestras lecturas, ahora que ando con "libertades" debería hacerlo también fuera de casa? jajajajaja
ResponderEliminarPor lo menos, hazlo libremente ;)
EliminarJa ja ja, un abrazo grande!!!
¡Genial! Aunque temo que la intensidad no compense a la brevedad en dichas suertes. Si consiguió coronar esa cima, no sé cómo acabó como acabó.
ResponderEliminarUn abrazo, Anita.
Qué le vamos a hacer, Pedro, escribimos microrrelatos, pero podemos leer lo que queramos ;)
EliminarAbrazo
Un relato de andar por casa, pero para llevárselo con una a pasear. Me ha encantado, como siempre, Anita Dinamita. Del amor y sus consecuencias...
ResponderEliminarUn abrazo
Eso, América, del amor... amor...
EliminarAbrazos
¿Será por eso que me gusta cambiar de estilos y registros? :)
ResponderEliminarUn micro "intraliterario", intertextual, interiorizado, intimista, vívido... EJEMPLARIZANTE hasta que se llega al diccionario, ...Aunque no creas, no creas, que seguro se le puede sacar alguna que otra palabra...
Besosss, Anita.
Amparo
Sin duda es por eso, yo creo que de alguna manera es elíptico, no? ja ja ja me ha encantado eso.
EliminarBesazos
Anita. Me ha encantado.....como siempre.
ResponderEliminarGracias, linda
EliminarUn beso
Si es que en las artes de la seducción siempre ha funcionado mejor el género de misterio que el cúmulo enciclopédico de los diccionarios. Muy buen relato con ambiente literario. Un placer, Ana.
ResponderEliminarAy, el género de misterio, qué bien lo pasé en esa sección ;)
EliminarAbrazos
Así es la vida, nada es eterno, ni siquiera la enciclopedia británica... Enhorabuena, señorita Vidal
ResponderEliminarY menos mal, si no qué aburrido, tendríamos que hacer cambio de guardia y todo, no?
EliminarUn beso
Lindo! Y con moraleja, creo.
ResponderEliminarUna moraleja que comparto, porque cuanto más me enseñan ultimamente, menos de acuerdo estoy y menos libre me siento... así lo entendí yo. :p
besos!
Pues mejor sin leer, solo para inspirarse si la cosa anda floja.
EliminarBesos
Qué razón tiene tu protagonista al estar harta de tanto conocimiento. Un poco de incertidumbre siempre es un buen aliciente, quizás el mejor. Saludos.
ResponderEliminarSí, creo que tienes razón, no sé por qué le dio por las enciclopedias... esas manías que tienen algunos de saberlo todo :p
EliminarUn abrazo
Me ha gustado mucho Anita. Al final parece que perdemos el interés cuando ya sabemos por donde vamos a salir, uy!!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
Claro, pero no te creas... a veces saber por donde vamos a salir, en según qué ámbitos, nos da seguridad.
EliminarUn beso
Puede ser que se esté preparando para ir al pasapalabra? Mira que hay mucho dinero en el bote.
ResponderEliminarA lo mejor todavía no es demasiado tarde, pero eso si, hay que pasar rápidamente a la estantería de novelas fantasiosas.
Y las de misterio ni te cuento lo bien que vendrían...
EliminarUn abrazo
Ana, un buen repaso a una relación muy cultural y lleno de encuentros y desencuentros. Original y que me ha sacado una sonrisa.
ResponderEliminarAbrazos.
Bonita forma de relatar el amor en función de la lectura, claro que si hay demasiado conocimiento puede acabar aburriendo, mejor variar un poco al leer y echarle imaginación al amor tambien. Besos Anita.
ResponderEliminarUn relato harto curioso... literalmente (o literariamente).
ResponderEliminarComo la vida misma.
ResponderEliminarAnita, ¿puedes incluirme en el grupo de correo en los que se informa de la quedada?
Triste.
ResponderEliminarNada más triste que la obviedad del diccionario.
Se soporta mejor la brevedad de microcuento, mirá.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarFeliz Cumple Chispas y enhorabuena por tu Entre Libros. Besos.
ResponderEliminarEs una buena analogía con lo que pasa en el amor de largo aliento. La pareja se cansa del otro cuando lo conoce por completo. NO hay nada que lo sorprenda ya. Pasar de la literatura, esa vaina de decir las cosas con lo que no se dice, a los diccionarios, donde todo es objetivo, lleva quizá al sopor.
ResponderEliminarSaludos.
De encuentros y desencuentros, hay de todo, pero nunca un enciclopedista.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un beso.
HD
¡Me gusta "locamente"tu forma de contar, te envidio!, nada de secretamente, lo declaro públicamente- y no pienso justificarme-; te seguiría hechizada por tu flauta hasta las afueras de Hamelín, hasta donde tu quisieras!,como si yo fuera un ratón y tu el flautista,...talmente!
ResponderEliminarEs genial este vagar por la biblioteca. No te preocupes que los diccionarios también pasarán y todavía quedan otras secciones como los libros de cocina que, en este plan, tienen que ser interesantísimos jeje. Me gustó mucho
ResponderEliminarUn saludillo