Cada mañana, al acercarme a la playa para mojar los pies en
las primeras olas, encontraba tu mensaje en la botella. Los primeros días solo era uno, pero después empecé a contestarlos. Entonces
llegaban y se iban, llegaban y se iban. Yo no podía verte, tú no podías verme,
pero ambos sabíamos que estábamos al otro lado, en otra orilla, con los pies en el mismo mar.
Aquella mañana me decidí y entré en la botella. Por fin el mensaje era yo. Por fin la respuesta eras tú.
Me encanta la idea de meterme en una botella. ¡Quién sabe lo que me esperará en la otra orilla!.
ResponderEliminarMuy creativo.
Muchísimos besos.
La verdad, Laura, solo eso.
EliminarUn abrazo
La solución estaba tan cerca...
ResponderEliminarHermosísimo relato, Ana.
Un beso
Casi siempre está más cerca de lo que pensamos, pero hacemos difícil lo sencillo.
EliminarUn beso, América
Bonita historia,fin de la duda quizás...
ResponderEliminar¿Había duda? Puede ser, las dudas son buenas, te hacen buscar respuestas.
EliminarBesos
Me encantó, Anita! Las botellas al mar están llenas de historias pero vos las sabés contar muy bien. Abrazos
ResponderEliminarHistorias, vidas... yo nunca he encontrado una de verdad... pero me encantaría.
EliminarUn abrazo
Cuántas veces me imaginado yo lo que cuentas, una vez encontré una botella, pero sin mensaje...El mensaje lo tenía a mi lado.
ResponderEliminarBonita foto la que ilustra el relato: la orilla, las huellas, el agua con su ir y venir.
Un día Anita me tienes que explicar cómo se pone ese tipo de letra en el título de la entrada, no me gustan las mías siempre mayúsculas...
Besicos preciosa, ahora salados desde mi Mar Menor
Escríbeme un mail y te cuento todo, pero se trata de configurar el título de las pestañas. Es fácil pero pesado.
EliminarQué suerte encontrar el mensaje tan cerca, aunque te perdiste el viaje.
Un abrazo desde mi Atlántico
¡Qué chulada de micro!me ha emocionado eso de ser uno mismo el mensaje y el otro la respuesta,ése es el mejor mensaje.
ResponderEliminarSaludos!
Eso, la verdad como mensaje, quien uno es y punto.
EliminarUn abrazo grande
Me gusta este micro de sensibilidad profunda, Anita. Un texto que exuda sentimientos y que explica -en pocas palabras- el amor.
ResponderEliminarUn abrazo,
Puedes estar seguro, está escrito con el corazón. Gracias por sentirlo.
EliminarUn abrazo
Quizá la ficción, esa realidad alterna, era la solución. Abrazos.
ResponderEliminarAjá, una interpretación interesante, porque meterse en una botella no es posible, claro ;)
EliminarUn abrazo
Y así, el mar, perdió un poco de su sal...
ResponderEliminarSaludos
J.
Y todo lo que ganó, José. Aunque igual al mar le gustaba traer y llevar botellas con mensajes.
EliminarUn abrazo
A veces a uno no le queda otra que liarse la manta a la cabeza y meterse en una botella. O eso, o no ver nunca más el mar.
ResponderEliminarUn abrazo, Ana.
Di que sí, al toro hay que cogerle por los cuernos y a las botellas por los mensajes.
EliminarUn abrazo!
Ainsss Anita, qué romántico!!!
ResponderEliminarBesos desde el aire
Si, la verdad es que fue un momento de romanticismo puro, de esos de sonrisa embobada un rato.
EliminarAbrazos
Muy bonita historia Anita, llena de sensibilidad.
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Enmascarado, que tu veas la sensibilidad hace que exista.
EliminarUn abrazo
¡Ay qué bonito Anita! Me gustó lo de ser ella el mensaje. Si pudiéramos meternos a veces en una botella...
ResponderEliminarAbrazos marinos.
Si, Lola, yo también me metería de cabeza.
EliminarUn besazo
Eso! El amor es valentía.
ResponderEliminarSi, aunque a veces uno no sabe como ser valiente.
EliminarUn beso grande, Malena
A mi me ha encantado
ResponderEliminarGracias, Gema
EliminarUn abrazo
Bella historia, siempre imaginada y nunca cumplida. Preciosa la foto. Un abrazo de olas.
ResponderEliminarMmm ¿por qué no se puede cumplir? Las metáforas no son más que eso...
EliminarUn abrazo
Hermosa historia, Ana. Me gusta el toque fantástico en lo que se refiere a los tamaños de los cuerpos (o de las botellas). Está escrito con sobriedad, a pesar de eso. Y deja espacio para muchísimas interpretaciones. O sea, que me mola.
ResponderEliminarAbrazos grandes,
P
De botellas, mensajes, islas... me gusta que te guste, Pablo y que hayamos coincidido en el tema.
EliminarUn beso grande
Muy poético.
ResponderEliminarGracias Cybrghost, un abrazo
EliminarMuy bonito, Ana. Es un micro lleno de sensibilidad y de imágenes preciosas.
ResponderEliminarBesitos
Gracias Elysa, yo lo visualicé antes de escribirlo, quizá por eso.
EliminarUn beso
¡Pura poesía! Hermoso relato lleno de imágenes estética y poeticamente seductoras. Gracias
ResponderEliminarGracias, Isabel, yo no soy muy de poesía pero esto me salió así.
EliminarUn abrazo
Simplemente hermoso!.
ResponderEliminarCon tu permiso lo cojo para Nebulosas, me ha entusiasmado. :)
Que quieres que te diga, me encanta, sobre todo el final. :x
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