Como cada domingo, despedimos en la playa a los barcos que salen del puerto. Yo paseo por la orilla, meto los pies en el agua y juego a bailar con la espuma. Los niños saltan y se rebozan en la arena.
Cuando sale un barco nos juntamos los tres en el lugar donde las olas toman el camino de vuelta, y agitamos fuerte los brazos hacia los lados. Depende de la época del año que haya gente en cubierta y que nos devuelvan el saludo. En otoño siempre nos contestan, excepto cuando llueve. Bajo nuestro paraguas transparente saludamos hacia arriba a las gotas que chocan contra el plástico. Los barcos callan.
Ana,
ResponderEliminardesde que te leo -hace ya algunos meses- hasta ahora, he notado que tu escritura ha cambiado. No sé si sabré explicarme. Es una impresión subjetiva, claro, y espero que te lo tomes como el cumplido que es. Tu prosa es más reflexiva, sin trampas (no es que antes las hubiera ;), sugiere más contando con detalles y cada vez fluye mejor.
Sobra decir que me ha gustado mucho la entrada de hoy :-) con las olas que van y vienen como los barcos, a veces los mismos otras no, como los brazos al saludar, como la lluvia. Hermoso.
Besitos
Una escena playera de domingo lluvioso llena de encanto y muy visual, Ana.
ResponderEliminarPrecioso texto.
Un beso.
Muy tierno, muy mágico, muy natural.
ResponderEliminarMe gusta!
Besos!
Preciosos esos barcos silenciosos.
ResponderEliminarBlogsaludos
Es poesía. Madurando adioses desconocidos, simplemente lanzados al aire. Un día medio gris y el mar encrespado resaltan aún más al belleza y la ternura de los niños. La madre los mira y es feliz.
ResponderEliminarAbrazos.
Me ha parecido preciosa la imagen que dibujas en mi mente con tus palabras...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Preciosa escena la que reflejas, con un lirismo y un sentimiento que cala en el lector (como las gotas de lluvia)
ResponderEliminarPreciosa la recreación que has contado.
ResponderEliminarAdemás de muy visual, con niños por medio me puedo imaginar escenas fantásticas y llenas de fantasía.
Bonito relato.
Saludos
Jooo que envidia, esa arena, el mar.., los echo de menos...
ResponderEliminarAunque aquí disfruto todo lo que puedo del parque, la niebla, los 0º..y de la magia de la ciudad!!!
Me encantaaa!!!..también tu paraguas transparente..que suerte poder saludar también a la lluvia (sin mojarte)
ROCÍO, guapa, muchísimas gracias! la verdad es que sí espero haber aprendido algo, y bueno, creo que hay textos con los que uno se identifica más, pero puede que tengas razón en que me fijo más en los detalles.
ResponderEliminarMJ, me encanta despedir a los barcos desde la playa y ver a los niños rebozarse en la arena.
JUANLU, tu también reconocerás parte de la escena, verdad?
NEL, ¿no parece que cuando llueve hay un silencio diferente, que solo se oye la lluvia?
PABLO, tu me enseñaste eso de madurar los adioses, y me gusta por eso, porque aunque no conozca a nadie en el barco, mis adioses van madurando en la orilla.
ROSA, y tu al leerla. Gracias por tus palabras.
MAITE, hoy leí precisamente lo de la lluvia en los relatos, tiene un efecto potente, comprobado!
ENMASCARADO, yo no vi las sirenas pero seguro que andaban cerca :)
LUCÍA, tu también puedes tener un paraguas transparente y ver caer la nieve que eso para mi es más complicado.
Abrazos a todas y todos! y gracias por la visita a mi playa. Les despido desde la arena...
Siempre hay alguien que se va...
ResponderEliminarSaludos
J.
Coincido con Maite: la palabra exacta es lirismo. Muy bello Anita!
ResponderEliminarMuy bello, Anita, y sobretodo muy visual, consigues que lo vea y lo sienta.
ResponderEliminarBesitos
Una estampa que derrocha nostalgia.
ResponderEliminarPara haberlo escrito supongo lo has vivido ya, y ojalá haya sido en la infancia. Yo, por mi parte, no he visto tal escena en mi vida, ha de ser genial. Saludos.
ResponderEliminarUn texto muy bello, me ha venido a la cabeza la isla de La palma, muy chuloo, Ana.
ResponderEliminarJOSE A., por eso es justo que haya alguien que lo despida, ya sea un barco o una gota de lluvia.
ResponderEliminarSANDRA, gracias guapa, no soy yo muy lírica pero a veces sale!
ELYSA, es bonito trabajar los sentidos, y en otoño están a flor de piel.
CYBRGHOST, eso, otoño, lluvia, nostalgia...
EL ESKIMAL ¿dónde está la infancia? yo la vivo a menudo porque tengo dos niños pequeños y me llevan a su mundo fácilmente. Así que sí, lo he vivido en la infancia, pero como madre.
MANU, gracias, ¿conociste la playa junto al puerto de Santa Cruz? desde ahí despido los barcos... ¿despediría al tuyo? y desde los Cancajos a los aviones, no te creas...
Abrazos nostálgicos a todas y todos
Cuando llueve en otoño los barcos callan porque se dirigen al cementerio de barcos. Este se encuentra tan lejos que los barcos tienen que salir en otoño para poder llegar en invierno. Por eso los cielos se visten de luto, y por eso llueve...
ResponderEliminarMelancolía que atraviesa el hueso hasta empapar el tuétano.
ResponderEliminarMe gustó mucho, mucho.
Besos tipo Larra.
Estos domingos traen una rutina preciosa muy de andar por casa, personal, familiar, entrañable. Me ha encantado
ResponderEliminarsaludillos
ALBERTO, jope, muchas gracias por continuar la historia... se me queda grabada en la retina y te recomiendo, si no la has visto, la película "Ponyo en el acantilado".
ResponderEliminarLOLA, es lo que tiene la lluvia de otoño, que es melancólica y se queda pegada hasta la primavera, te presto mi paraguas transparente ¿cómo son los besos tipo Larra?
PUCK, tienes razón, muy de andar por casa, cualquier domingo puedes sumarte a nosotros.
Abrazos de colores
Precioso. Me encanta la última frase.
ResponderEliminarCine y poesía tomados de la mano. No lo he leído, lo he visto y lo he sentido.
ResponderEliminarAbrazos,
P
Anita, me gustó mucho. Me recordaste cuando de pequeño mis padres me llevaban a ver los aviones. Recuerdos. Gracias.
ResponderEliminarAbrazos.
MONTSE, entonces espero que hayas leído la continuación de Odys 2.0 (Alberto para los amigos).
ResponderEliminarPABLO, me alegro, escribir con los sentidos tiene algo especial.
AGUS, buena imagen la de ir a ver los aviones... aquí los aviones los despedimos en otra playa, la que está cerca del aeropuerto.
Muchos muchísimos ABRAZOS de BRAZOS aBIERTOS
Una hermosa imagen. Muy bien pintada.
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