
Estrenaba sus alas multicolores la mariposa en un alegre vuelo primaveral.
Inauguraba una niña sus pequeñas piernas entre hierba y flores.
Se divertían ambas, ora una persiguiendo a la otra, ora otra bailando alrededor de la una, cuando una vieja y derruida cerca de piedra las paró en un duro golpe.
Moraleja: No importa lo que confíes en la gracia del universo, la voz de la experiencia siempre te pondrá la zancadilla.
Relato que participó sin éxito en el concurso El Microrrelatista