domingo, 30 de diciembre de 2012

Dermis

Fotografía: Marcas, de Xabier Santakiteria

Me desvelo imaginando que me besas, que te beso, que en mis labios se enredan jirones de tu piel, y que con ellos cubro a retales la mía, abrasada y yerma. Me duermo al fin envuelta en ti, entera tuya, y mis pestañas se enredan para que no despierte, porque si no eres tú quien me devuelve a este desierto de quereres, prefiero seguir soñándote.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Los cómos


Todos sabíamos cuándo sucedería, pero nadie sabía cómo. Algunos pensaban que sería una gran explosión con fuegos artificiales que hiciera estallar todo por los aires, incluidos nosotros hechos pedazos. Otros pensaban en una lluvia de meteoritos que dejaría el paisaje como un colador. Muchos hablaban de una alineación planetaria que cambiaría la magnetización de los polos y dios sabría que podía sucedernos entonces, nos volveríamos locos sin remedio, antes de morir. También cabía que el aire se envenenara de repente, que el sol nos quemara, nos cegara o desapareciera, incluso que se apagara nosecuantos días dejándonos sumidos en un frío y oscuridad letales.
Lo que nadie sospechaba es que el mundo continuaría girando, no pasaría nada y nosotros seguiríamos igual de muertos.


Con este relato participo en la iniciativa de Acuática: "Un cuento antes del fin del mundo"

jueves, 13 de diciembre de 2012

Ladridos


Ilustración de Juan Luis López Anaya que formará parte de Colaboraciones III
Aquí podéis ver Colaboraciones  y Colaboraciones II


Mi vecino ladra. Lo normal: cuando pasa un coche, cuando se oye el ascensor, con el tintineo de las llaves o si hay algún portazo. 
Él me saluda con un cordial buenos días cuando nos cruzamos en el edificio, incluso me pregunta por mi madre enferma; pero cuando llega su mujer escucho de lejos como la husmea y ladra para que ella le tire la pelota. Luego salen a pasear. 
Él mira al suelo. Ella aúlla a la luna.

martes, 11 de diciembre de 2012

La ballena

Ilustración de mi hija Violeta


Con la ballena ocurre como con todo. Puedes estar todo el día sentada frente al mar esperando que pase. Sabes que lo hará, como siempre; pero justo en el momento que te agachas a mirar una hormiga, vas al baño, te despistas con el vuelo de una mosca o simplemente pestañeas, zas, pasó, se escapó y un día más perdiste la oportunidad. Aunque nunca te das cuenta, igual que con lo demás. 

martes, 4 de diciembre de 2012

Volver


Siempre nos decían que de ahí nadie vuelve para contarlo, pero descubrimos que no era verdad. Que había algunos que se lanzaban de edificios, de aviones sin paracaídas, saltaban a las hélices de barcos en marcha. Se tiraban bajo las ruedas de un camión, se ahorcaban, se cortaban las venas, se pegaban un tiro en la sien o se tomaban botes de pastillas. 
Cualquier cosa con tal de vivir.

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