lunes, 31 de octubre de 2011

Reserva Marina (con Juanlu y Luisa)



- Mami ¿has visto sus cuerpos? Brillan mucho ¿Puedo tocarlos?

- No, hijo, no te acerques, esto es una reserva marina y debemos respetarlos. Además, cariño, el brillo en sus cuerpos te haría daño. Vámonos de aquí, que las cremas solares que se echan contaminan estas aguas.

Y dicho esto, mamá jurel se alejó nadando con su pequeño, mar adentro.



Este relato (que ya publiqué en agosto) sale hoy publicado entre los relatos ecologistas de Luisa Hurtado, Microrrelatos al por mayor, lo podéis ver aquí



Los dibujos son de Juanlu del blog Dididibujos para el relato cuya publicación también podéis encontrar aquí

domingo, 30 de octubre de 2011

Promesas



Ella cumplió su promesa de no necesitarlo nunca.
Él la suya de no intentar hacerla feliz. 
En eso les pasó la vida. 
Juntos.

Ilustración de Juanlu, del blog Dididibujos

lunes, 24 de octubre de 2011

Experiencia Sensitiva: Relatos para el Fanzine Ruido


El Fanzine Ruido en esta ocasión nos propone publicar relatos en una nueva revista para llenar una página, pero esta vez nos piden un tema en concreto: experiencia sensorial.

Los relatos sobre el tema 
Experiencia Sensitiva 
podéis enviarlos al correo:
relatosfanzineruido@gmail.com con vuestro nombre y el de vuestro blog (si tenéis) antes del domingo 6 de noviembre.
Los relatos no deben ocupar más de 100 palabras y deben llevar título, sin que sus palabras se contabilicen en las 100 del relato.
Como en otras ocasiones, una vez llegada la fecha de recepción (vigilaré el spam por si acaso) los publicaré en este blog sin los nombres de autor/a y se harán las votaciones (solo de las personas participantes y para estas será obligatorio votar).
Podéis participar aunque ya hayáis publicado otras veces en esta revista.

¿A qué estás esperando?



viernes, 21 de octubre de 2011

Mariana


Para Fernando Vicente, que es un Ángel

Mariana tiene 87 años que no se le notan. Solo si te animas a fijarte en sus manos surcadas de arrugas, con las venas hinchadas, puedes pensar que ha vivido bastante. Su columna se mantiene extrañamente erguida y el cuello caído lo tapa siempre un pañuelo, igual que sus ojos con unas gafas oscuras.
Espera en la cola del banco, como muchas otras mujeres de su edad y algunos hombres, el primer día del mes, para sacar el exiguo dinero de su pensión y guardarlo en casa, contarlo cada día para ver cómo se reduce a una velocidad siempre superior que la de los días en el calendario.
Odia esperar allí, odia ese día porque le recuerda el paso del tiempo y allí el tiempo se hace eterno. Por suerte ya le queda poco, delante tiene a una mujer vieja y fea, más joven que ella pero muy desaliñada, que inventa una pregunta tras otra con tal de no tener que volver a casa, sola. Y cuando está a punto de despedirse, un joven de gafas oscuras como ella, y pelo demasiado abundante, se adelanta, para pasar primero a la caja.
Pero Mariana no va a permitirlo, por eso piensa en ponerle la zancadilla, pero no es rápida y además teme ser ella la que caiga. Decide hablar con él «oiga, joven» pero él no la escucha y en el momento que la señora que estaba en caja se va y el hombre avanza, Mariana no se contiene y le pega un bolsazo en la cabeza, con todas sus fuerzas, que ya no son muchas. Aun así, el hombre cae, al caer su pelo abundante se separa de la cabeza y junto a su mano brilla una pistola. Mariana recuerda que ayer, al volver del parque, cogió unas piedras para sus nietos y aún las llevaba en el bolso, con razón le dolía hoy el brazo camino del banco.
Mariana aparta la pistola suavemente con el pie y pasa al lado del hombre, mientras un guardia de seguridad acude a poner orden. Mariana se acerca a la caja y le dice a Ángel, el joven que siempre la atiende «esta juventud nunca aprenderá educación».

martes, 18 de octubre de 2011

Mamá

Ilustración de Mónica Varela

Mamá siempre encuentra lo que necesitamos. Si vamos a la compra mete la mano en su moño y saca una bolsa reutilizable que llenamos con comida. 
El otro día me caí en el parque y sacó agua oxigenada, mercromina y tiritas.
Sin duda, lo mejor fue el día que Juanito lloraba porque no le dejaban jugar los niños. Mamá rebuscó allí arriba y encontró el triciclo de luces y colores, ese que da siempre tanta envidia en el parque. Y mamá. Y su moño.

jueves, 13 de octubre de 2011

Mellizos

Ilustración de Alberto Urcaray sacado de aquí


Juan Ramírez tiene un hermano exactamente igual que él. Se parecen tanto que su madre los ha confundido siempre. Los remolinos del pelo están en el mismo lugar y los lunares son los mismos, aunque hay rasgos que les caracterizan, como la sonrisa de medio lado de Juan o el guiño del ojo izquierdo de Luis.
Una mañana Juan se despierta y sabe que no es él, sino Luis. Se siente demasiado contento. Se mira al espejo y ve a Luis, con su sonrisa bobalicona, igual que la suya. Guiña un ojo para cerciorarse, pero el reflejo no le convence. Su hermano Luis o Juan no está en casa. Y su madre no sabría decir quién es él y quien se ha ido.

martes, 11 de octubre de 2011

Más sortijas en Ocio Zero



Más vale 
Tengo a los cien pájaros en la gran jaula, observo como vuelan y noto su tensión al acercarme a por uno. Cuando está preso en mi mano, sufro el ataque de los otros 99.

Lenguas oficiales
Teclearé hon* en el buscador de palabras para encontrar una que me guste: honor, honorífico, honoris, honrado, honroso, hontanal, Hondarribia. Esta sirve: "Iba por Fuenterrabía paseando una mañana de septiembre..."

Microjustas
Los microrrelatos de 50 palabras llenaban su habitación, salían por el pasillo hacia la puerta de la calle y amenazaban a los vecinos que ojeaban por la mirilla. No volvería a participar en semejante locura.


Inquietudes
-Papá ¿qué es una cruz?
La miré extrañado, y crucé los dedos índices de las dos manos para darle forma a mi explicación.- La cruz es algo así y así ¿comprendes, hija? 
-No lo entiendo -dijo apesadumbrada- ¿por qué la profesora dice que yo soy una cruz?.


Lugares comunes
Ante la grave situación los pueblos no desaparecieron, solo se trasladaron a vivir debajo de un puente.

¿Hablamos?
a) Ella  no quiso hablar cuando se lo pedí, entonces bebí y choqué mi coche contra un muro, conmigo dentro. 
b) Ella me confesó que ya no me quería, yo bebí y choqué el coche contra un muro, conmigo dentro.
Ella ya no habla.


La piedra
El programa de desintoxicación funcionó perfectamente. Cuando te vi por la calle no te reconocí. Por eso me enamoré otra vez, a primera vista.


Diógenes
Rendía culto a todo lo que encontraba tirado en la calle. Colocaba los nuevos objetos o sus pedazos en lo alto de su montaña. Nadie entendió, después de ver caer el satélite en la ciudad, donde habían ido a parar los restos.


Modernos
Digitalizamos nuestras caricias en el chat de turno. Esperando sin convicción que la era energética llegase a su fin.


Juego de La Sortija: El tema de cada micro, de 50 palabras máximo, será la última palabra del micro anterior, sin necesidad de que aparezca la palabra en sí.
El primer micro que se presente en cada tema será considerado el único válido. Si llegan más micros después del primero (cosa que ocurre más de una vez), su autor/a debe editarlo para avisar a los siguientes contrincantes de la palabra-tema para escribir. Por eso hay que ser muy rápido/a y audaz.
Tuvieron que cambiar las normas y permitir solo dos micros por persona y día, dada la ingente cantidad de micros colgados y que tenían que ser evaluados para concurso. ¡Suerte a los jueces!
El juego ha terminado... por fin!

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